
Pero el problema son las perspectivas que tiene la empresa que dirige Hernán Hirsch:
Para agosto y septiembre, no prevemos una recuperación en el nivel de actividad económica debido a: 1. El comportamiento inercial de los precios domésticos, que registrará en los próximos meses incrementos interanuales superiores al 45% interanual. Previendo una moderación con convergencia a niveles de 1.8/2.0% mensual para el último trimestre del año (1.5% meta “techo” BCRA), el IPC CABA registrará aumentos del 46/49% a/a hasta noviembre próximo, disminuyendo a valores del 45/46% a/a en diciembre de 2016.
2. La postergación de paritarias que hará que los incrementos salariales queden rezagados respecto de los precios, si bien es probable que produzcan nuevas reaperturas de paritarias en los próximos meses.
3. El bajo dinamismo que presentará el crédito al sector privado en los próximos meses, aun previendo una política monetaria más laxa por parte del Banco Central.
4. La debilidad que viene mostrando la demanda de empleo, dinámica que no creemos que se haya revertido después de mayo, último dato conocido. El deterioro del nivel de actividad en junio y julio es consistente con más pérdida de empleo.
** De este modo, dado el comportamiento esperado de la Capacidad de Consumo de las Familias, proyectamos caídas interanuales importantes para el nivel de actividad económica durante lo que resta del 3er. trimestre.
** En el 4to. trimestre, es probable que veamos un “piso” en materia de gasto interno y de nivel de actividad económica como consecuencia de: 1. La decisión del Gobierno de inyectar fondos en el circuito económico mediante una política fiscal más expansiva a través del Plan de Reparación Histórica para los Jubilados y de un mayor ritmo de ejecución de obra pública. 2. El impacto de la segunda parte de las paritarias del primer semestre y de la (por ahora) “mini” segunda ronda de negociaciones salariales.
** Es decir, para el resto del año y, especialmente, para el próximo, entendemos que el Gobierno ha optado por lo que denominamos el “Atajo 2017” = Recalculo económico + Retorno a un modelo de crecimiento “más K”. Más impulso por empuje vía consumo interno y ya no tanta inversión y exportaciones, ante la ausencia de éstos dos motores (y pese a los persistentes esfuerzos que se hicieron y se siguen haciendo).
** Esta dinámica es consistente con nuestra proyección para el PBI real de caída de 2.0%/2.5% en 2016 (INdEC)." Economía & Regiones "El desborde fiscal es la principal explicación detrás de la actual estanflación. Hay un límite a partir del cual el exceso de gasto público, presión tributaria y déficit fiscal ahogan al sector privado, atentando contra la acumulación de capital, inversión, productividad, producción, generación de empleo y, en consecuencia, crecimiento económico", advierte por su lado la consultora.
Economía & Regiones. Agrega:

El escenario fiscal se complica aún más en 2017 y 2018. Según nuestras proyecciones, el reconocimiento a los jubilados podría llegar a tener un impacto fiscal equivalente a 1,1% (2017) y 1,5% (2018) del PBI durante los próximos años, comprometiendo el cumplimiento de las metas de reducción del déficit fiscal primario a 3,3% (2017) y 1,8% (2018). Esto puede generar dudas sobre la sustentabilidad de las cuentas fiscales de Argentina en el mediano y largo plazo, impidiendo bajar la presión tributaria, el costo de capital e inclusive la inflación hasta estándares regionales. De ser así, la inversión no “despegará”, no se acumulará el stock de capital que nuestra economía necesita; y la capacidad de producción y la generación de empleo crecerán poco. La tasa de crecimiento del PBI seguiría siendo “amarreta”. (...)".
Fuente: E&R - U24