Al menos una persona murió en el ataque a un edificio residencial en Kiev. |
San Juan 10:23 17/3/2022
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El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, pidió ayuda al canciller alemán, Olaf Scholz, para parar la guerra en su país durante un discurso en directo emitido este jueves en el Parlamento alemán.
El mandatario ha advertido de que se está construyendo “un nuevo muro de Berlín” en Europa que separa los países oprimidos de los libres y ha pedido que se derribe. Las conversaciones entre Rusia y Ucrania para intentar alcanzar un alto el fuego continúan este jueves por videoconferencia, según Reuters.
Mientras, la ofensiva de Moscú sigue en todo el país y casi 3,2 millones de personas ya han cruzado las fronteras para huir, según la ONU. Al menos una persona ha muerto y tres han resultado heridas después de que los restos de un misil derribado impactaran contra un edificio residencial en Kiev.
Ucrania denunció también un ataque contra una escuela en Merefa, en la región de Járkov (este) y que 53 civiles murieron el miércoles en Chernígov (norte) por los bombardeos rusos.
Un funcionario de la oficina del alcalde de Mariupol (sureste) dijo que aún no hay un balance de víctimas mortales por el bombardeo de Rusia de ayer contra un teatro donde se refugiaban cientos de civiles. Según el funcionario, hay supervivientes atrapados bajo los escombros.
Rusia moviliza nuevas tropas ante la falta de
avances en la invasión y la resistencia de Ucrania
Los ataques rusos se ceban con los civiles. En Mariupol, sitiada desde hace 13 días, se busca a supervivientes refugiados en un teatro reducido a escombros por un bombardeo.
El avance de las tropas rusas se ralentiza.
La resistencia ucrania -“firme y bien coordinada”, según la ha definido el Ministerio de Defensa británico en su último informe- retiene en sus manos la mayor parte del territorio del país. Los avances de las tropas rusas de los últimos días, añade el texto elaborado por el espionaje británico, son “mínimos”.
La invasión está “estancada” y Moscú sigue sufriendo numerosas bajas. Sin embargo, el precio que paga Ucrania es cada vez más alto, con Rusia cebándose en la población. En Mariupol, asediada desde hace 13 días, los equipos de rescate buscan a supervivientes del bombardeo de un teatro donde se refugiaban “cientos de civiles”, entre ellos muchos niños, según las autoridades ucranias.
Horas antes, el presidente de EE UU, Joe Biden, llamó al líder ruso “criminal de guerra”.
El escaso avance de las tropas rusas ha forzado al Kremlin a enviar más refuerzos al frente, cuando se cumplen tres semanas del inicio de la guerra contra Ucrania.
La pérdida de efectivos y la resistencia ucrania han forzado a Moscú a movilizar más combatientes pese al masivo despliegue con el que rodeó el país desde noviembre del pasado año, una operación a la que destinó, según los informes de inteligencia occidentales, más de la mitad de sus Fuerzas Armadas. Pese a ello, ahora ha llegado el turno de desplegar sobre el terreno soldados de territorios ocupados en Georgia, mercenarios de Oriente Próximo y más reservas del lejano este de Rusia.