La crisis pega fuerte y se hace sentir con crudeza en varios sectores de la economía argentina. Empresas lácteas, automotor y del calzado, en crisis terminal.
La crisis económica consecuencia de las políticas del Gobierno de Mauricio Macri se hacen sentir y pegan fuerte. La notoria caída del consumo y la sensible baja en la producción industrial se refleja en varios sectores, y es el momento en que se activan todas las alarmas. En pocos días se cerraron muchas fábricas y se dispusieron suspensiones en plantas del rubro automotor, lácteo, calzado, farmacéutico y de consumo masivo. Con este marco, el panorama es más que preocupante.
Por estas horas, fue la empresa láctea Williner la que debió cerrar su planta industrial, ubicada en la localidad de Suardi, en la provincia de Santa Fe; pero también quebró la embotelladora neuquina Comahue; cerró sus puertas la fábrica de La Fármaco Argentina (VO5 y Veritas, entre otras); la productora de té Casa Fuentes, junto a la firma Don Basilio -una de las principales exportadoras de la Argentina-, cerró su planta de secado y elaboración de Campo Viera, Misiones.
Como si fuera poco para este sombrío panorama, la fábrica de zapatillas Gaelle -ubicada en la localidad bonaerense de Avellaneda- también cerró obligada por las complicadas circunstancias derivadas de la crisis económica y este año despidió 360 operarios. Y más: General Motors va a suspender a 1.500 operarios hasta febrero del año 2019.
Un panorama desolador por donde se lo mire.
El caso de la mencionada planta de Williner es emblemático del drama que viven muchas empresas. Allí trabajaban 67 empleados, de los cuales muchos fueron reubicados y 22 cobraron su correspondiente indemnización. El gerente general de Williner, Rodolfo Galloni, confirmó el cierre de la firma. Toda la actividad láctea, hace bastante tiempo que está en una crisis similar y todo indica que la lista se seguirá ampliando.
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