Los equipos de rescate han sacado al octavo niño atrapado de la cueva tailamdesa, según fue informado por la Marinade aquel país.
Ya son ocho las personas que han salido y cuatro las que permanecerían en el interior de la gruta. Según las informaciones recogidas por el diario local 'Daily News', los menores ha sido evacuado inmediatamente a un hospital de la zona, sin que por el momento haya más detalles. Poco antes de que saliera el último niño rescatado de la cueva, fuentes de los equipos de rescate habían indicado a medios locales que cuatro de los menores han llegado a una cámara de la cueva situada pasado un estrecho pasadizo que supone el mayor peligro para la operación.


El gobernador de la provincia de Chiang Rai, Narongsak Osottanakorn, confirmó el domingo el rescate de cuatro de los niños atrapados en la cueva y manifestó que la salud de los evacuados era "perfecta". "Hoy (por el domingo) hemos tenido la mejor situación en términos de estado de salud de los niños, agua y preparación para el rescate", añadió en rueda de prensa. "Hemos sacado de la cueva a cuatro (niños). Lo consideramos un gran éxito", destacó.
En ese sentido, recalcó que la operación, iniciada a las 10.00 horas del domingo fue "horas" más rápido de lo previsto. "Ha sido una obra maestra", apostilló. Sin embargo, advirtió de que "el trabajo no ha terminado". "Tenemos que conseguir que la próxima misión sea tan exitosa como la de hoy", sostuvo. "Tenemos que colocar otra vez los tanques y sistemas en su sitio. No puedo concretar el tiempo, pero serán más de diez horas, entre 10 y 20 horas, pero no serán más de veinte", explicó.

Los familiares de los menores aguardan con impaciencia en la entrada de la cueva para reunirse con sus hijos. "Todavía estoy esperando aquí en la cueva, cruzo los dedos para ver si mi hijo estará entre los que saldrán hoy", dice la madre de uno de los niños. Además de las dificultades a lo largo del recorrido que hay que hacer bajo del agua, la situación se complica por el hecho de que muchos niños no saben nadar y ninguno ha buceado.
Un ex buzo de la Marina tailandesa murió mientras participaba en las labores para preparar el rescate, lo que demuestra la gran dificultad de esta misión, incluso para los más expertos.La lluvia monzónica que amenaza con más inundaciones en esta compleja red subterránea, de unos diez kilómetros de largo, es el principal desafío para los socorristas, que temen nuevas precipitaciones antes de que logren sacar a todo el grupo.
El equipo de fútbol "Jabalíes salvajes", integrado por 12 niños de entre 11 y 16 años y su joven entrenador, pasó nueve días en las profundidades de la cueva antes de que dos buzos británicos los encontraran la semana pasada. Demacrados pero vivos, los menores estaban encaramados en una roca, a más de cuatro kilómetros de la entrada de la cueva.La familia de uno de ellos cree que decidieron explorar la cueva después de su entrenamiento de fútbol para celebrar su cumpleaños, cuando cumplió 16 años. Se vieron entonces sorprendidos por la subida de las aguas en el interior de esta larga cavidad, situada en la frontera con Birmania y Laos.
Agencia EFE