El Poder Judicial puede ser analizado según sus sentencias o por el ejercicio de su Poder Institucional. Mientras en San Juan los fallos de los jueces pueden ser criticados.
Y ello es saludable para el fortalecimiento de nuestro sistema democrático, el ejercicio del Poder Institucional, en la medida que se reconfigura la Corte de Justicia con las nuevas designaciones en su integración colegiada, pareciera extraerse del escrutinio ciudadano, de sus Instituciones representativas, como el Colegio de Magistrados, el Foro de Abogados, la Unión Judicial y, más temprano que tarde, lo mismo le ocurrirá a la propia prensa.
Si fuera cierto es grave. Sería muy grave que un Juez mande a un empleado a prender la luz de su despacho para aparentar que trabaja por las tardes. Pero más grave es que un Ministro de la Corte lo sepa por terceros y no abra un sumario administrativo para deslindar o no responsabilidades, y eche un manto de sospecha sobre todos los jueces que tienen sus oficinas en el primer piso de Tribunales, e integran la comisión directiva del Colegio de Magistrado. Colegio de Magistrados, que a través de su presidente, había ganado un espacio en el debate público "Institucional" respecto al rol de la justicia y la forma de re pensar el Poder Judicial.
Entra aquellas apreciaciones, para el Foro de Abogados algunas fueron equivocadas e injustas (como la referida a nuestra -inexistente- intencionalidad política partidaria en cuestionar la designación de la doctora García Nieto como Ministro de la Corte) pero que son necesarias para generar un ámbito de diálogo donde cada parte (institución) en su diversidad de intereses, podamos alcanzar acuerdos básicos para poner, en el caso, a la Justicia al tope de la confianza y credibilidad social. En muy poco tiempo hemos advertido que el Colegio de Magistrado ha pedido participación en una mesa de diálogo con la Corte y la Unión Judicial (que le fue denegada) se reunió con el Gobernador de la Provincia y comenzó a ser un actor visible del debate público por el mejoramiento de la justicia.
Es en ese contexto que sale, desde las entrañas del Poder Judicial, la noticia de la "pillería" de un Juez del primer piso de Tribunales e integrante del Colegio de Magistrados que, con su supuesto accionar, se interpone con la "causa belli" o motivo de guerra para domar la morosidad judicial. ¿O será que con ello –la noticia- se quiere disciplinar a la agrupación que nuclea a los jueces y a funcionarios provinciales?
La noticia difundida, sin comprobación administrativa por parte de la propia Corte de Justicia, provoca una clara deslegitimación social a futuras intervenciones del Colegio de Magistrados en el debate público sobre el funcionamiento de la administración de justicia. Y este es el dato relevante: reducir en muy pocas voces el diseño del Poder Judicial.
La denuncia penal -sin fundamentos- contra el doctor Cuadros, el escrache generalizado a los Jueces que tienen sus despachos en el primer piso del edificio de Tribunales, ¿la cooptación de la Unión Judicial por la patronal? constituyen hechos que, junto a otros no menores (por ejemplo la nueva página web de la Poder Judicial, donde el tibio avance en el acceso a la información pública es empañada por confundir la Corte “comunicación Institucional” con “competencia con la prensa -específicamente con las secciones de policiales- en la difusión de primicias en causas penales provenientes del fuero de flagrancia”) nos dan la pauta sobre una peligrosa concentración de un poder -el político institucional- en una sola persona, cuando este ejercicio del poder debe ser colegiado y democrático; esto último, con la implicancia de reconocer la participación de al menos de aquellas instituciones vinculadas con la administración de justicia.
