POLÍTICA
El escándalo de blanqueo de Dujovne inquieta al Gobierno

La revelación sobre el blanqueo de $20 millones por parte del ministro de Hacienda empezó a hacer ruido en la Casa Rosada. Su maniobra se encuentra en el marco de lo legal, pero se cuestiona si es ético su accionar antes de ser funcionario del Gobierno.



La revelación sobre el blanqueo de $20 millones por parte de Nicolás Dujovne empezó a hacer ruido en la Casa Rosada. Dujovne se acogió, como tantos, al sinceramiento fiscal abierto por el Gobierno. No era entonces ministro, sino consultor económico, socio televisivo de Carlos Pagni y asesor del senador radical Luis Naidenoff.

El propósito de un blanqueo es que patrimonios no declarados empiecen a serlo y a pagar impuestos por ello. Es éticamente cuestionable pero legal. Los funcionarios no pueden blanquear pero sí lo pudieron hacer sus familiares, como develó el año pasado Horacio Verbitsky que hizo un hermano del Presidente.

Aquello disparó una investigación interna en la AFIP que provocó la detención de un grupo que comercializaba datos que deben ser secretos. Dujovne y el Gobierno defienden lo que hizo porque no era ministro, se amparan en el secreto fiscal y culpan a los traficantes de información. Ciertamente fue legal que Dujovne blanqueara $ 20 millones que nunca había declarado. Ahora, ¿es ético con ese antecedente que esté a cargo de Hacienda?

Se trata de otra discusión, que en ciertos casos pretenden impulsar patéticamente los mismos dirigentes kirchneristas que recién hoy se acuerdan de velar por la transparencia. Esa misma problemática ética se traslada al secreto fiscal en el que se ampara Dujovne para no admitir si blanqueó o no.

No era funcionario, pero ahora lo es, por tanto: ¿no debería saltar esa restricción para terceros, pero no para él mismo y reconocer que blanqueó? Dujovne se refirió con parquedad a la revelación, cargó contra los posibles autores de la filtración y dio a entender que en realidad blanqueó una cifra inferior a 20 millones.

Con delicadeza, se inició por estas horas en el Gobierno una afanosa búsqueda en la Ley de sinceramiento fiscal respecto a si quien blanqueaba tenía alguna restricción para ser funcionario público luego. Nada dice la norma sobre ello. “Lo que hizo es legal. Será un debate moral, pero no deja de ser una cagada para nosotros”, contaron dos de los consultados, quienes dudan de que esta situación derive en la salida de Dujovne.