A través de su cuenta de Facebook, el ex ministro de Planificación Federal pidió la unidad del peronismo con el objetivo de construir una oposición superadora.
Julio De Vido volvió a escribir una carta desde la cárcel. Esta vez, el ex ministro de Planificación hizo referencia a la reconstrucción del peronismo de cara al 2019, pero mencionó nuevamente a los “monjes negros” de su última comunicación y a Néstor Kirchner, de quien destacó su “enorme y titánico esfuerzo” de ser candidato en 2009. “La situación del país amerita la movilización total del peronismo, como abanderado histórico de los derechos del pueblo argentino y, fundamentalmente, de los trabajadores.
Nadie puede ser dejado de lado y mucho menos hacerse el distraído”, comenzó el diputado nacional desaforado. Luego comenzó una especie de breve revisionismo histórico, en donde mencionó las derrotas del PJ en las elecciones del 2013, 2015 y 2017. Aquí introdujo a los monjes negros: “Esas sucesivas derrotas fueron posibles porque a partir de 2008, luego de que Néstor Kirchner dejó el gobierno el 10 de diciembre de 2007 -con el 75 por ciento de imagen positiva- los monjes negros de los que hablé en mi carta anterior hicieron su aparición en escena. También los advenedizos a los que también me referí.
Ellos introdujeron en el gobierno popular políticas erradas y ajenas a nuestro modo de gestionar que nos llevaron a fuertes enfrentamientos con los sectores medios de la sociedad”. Para De Vido, las elecciones del 2009 fueron las causantes de la muerte de Néstor Kirchner y, sin nombrarla, deslizó que Cristina Kirchner ganó en 2011 gracias a ello: “Luego de este enorme y titánico esfuerzo y sacrificio, político y personal, que fue su candidatura a diputado nacional en 2009, que en realidad fue un virtual empate que los medios hegemónicos transformaron en una catastrófica derrota. Sin ninguna duda de mi parte esto le costó la vida, y finalmente originaría la gigantesca victoria del 2011″.
Y en alusión a Julio Cobos, disparó: “Tras ese triunfo resurgieron voces destinadas, monjes negros mediante, a marginar del frente gobernante al peronismo (a propósito, en mi nota anterior me olvidé de “mi voto no es positivo”, mejor no nombrarlo, es más sano otro de los advenedizos). Yo diría, sin temor a equivocarme, que la trágica e incentivada antinomia entre kirchnerismo y peronismo fue impulsada por ese coro agorero de tránsfugas, en el más literal sentido del término, que buscaban alejarnos cada vez más de los compañeros, fundamentalmente intendentes del conurbano bonaerense”. “Nuestro único enemigo de hoy es el miedo, que se ve reflejado en la conducta de algunos compañeros. No es Macri: él es el adversario a derrotar en 2019”, sentenció.