La diputada de la Coalición Cívica estalló por defender un proyecto de modificación del régimen para la donación de alimentos y la oposición, furiosa, se retiró del recinto cuando faltaban votar varios proyectos. Intempestivo final.
Una vez más, una reacción de Elisa Carrió le trajo problemas a Cambiemos y desató un final inesperado. La sesión de este miércoles en la Cámara de Diputados se cayó intempestivamente por un exabrupto de la líder de la Coalición Cívica, quien polemizó con legisladores de Libres del Sur y el GEN por un proyecto y remató: “¡Estoy harta del progresismo estúpido!”. La reacción de “Lilita”, que provocó que casi toda la oposición abandonara el recinto, se desató cuando la Cámara baja discutía un proyecto de la radical Patricia Giménez sobre una modificación al Régimen especial para la donación de alimentos consagrado en la Ley 25.989. Dicha norma establece que “toda persona de existencia física o ideal podrá donar productos alimenticios en buen estado a instituciones públicas o privadas de bien público, legalmente constituidas en el país o a grupos humanos o personas individuales, para ser equitativamente distribuidos entre familias o sectores poblacionales necesitados”.

Carrió, quien había interrumpido el discurso del diputado con gritos fuera de micrófono, pidió la palabra y lanzó: “Si alguien al que le sobra le da a otro para que coma en condiciones de salubridad, ¿no puede donar? Yo creo que estamos todos locos, ¡hay un progresismo estúpido que cree que es preferible que vayan a buscar a bolsas de basura en vez de tener los alimentos de marca en su casa!”. “¡Estoy harta del progresismo estúpido! ¿Qué quieren, que se mueran de hambre? ¡Déjenme de jorobar!”, bramó, mientras llovían aplausos del interbloque Cambiemos. Finalmente, por pedido de Carla Pitiot (Frente Renovador), los diputados votaron a mano alzada la vuelta del controvertido proyecto a la Comisión de Legislación General.
Pero la discusión siguió: Masso volvió a pedir la palabra para contestarle a Carrió, mientras diputados de todos los bloques de la oposición, con algunas excepciones en el justicialismo, se levantaban de sus bancas entre ademanes y gritos cruzados. “¡No podemos permitir que una diputada que cree que es la mejor venga a tratar de estúpido a un colega!”, se quejó el tucumano en alusión a Margarita Stolbizer, quien había recibido el insulto fuera de micrófono. “La línea que divide cualquier pertenencia política es el respeto”, dijo. Tanto Masso como Teresa García (Frente para la Victoria-PJ) pidieron entonces sancionar a Carrió, que para ese entonces se había retirado del recinto. El presidente de la Cámara, Emilio Monzó, no habilitó la votación de ninguna de las solicitudes; en cambio, le dio la palabra al jefe del interbloque oficialista, Mario Negri, quien debió dar la cara por Carrió. “Pido disculpas si alguien interpretó que era una ofensa personal”, expresó el radical, quien habló de “sobreactuación” y “exageraciones”. La oposición le respondió con gestos de ironía y desaprobación, y al poco tiempo, Monzó resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta el miércoles próximo. La Cámara de Diputados quedó así sin votar, entre otros proyectos, la designación de cuatro integrantes del Comité de Prevención de la Tortura y la creación del programa “Cédula Escolar Nacional”.