Una furgoneta atropello a una multitud en La Rambla. La Generalitat confirma 80 heridos, 15 en estado grave.
El terrorismo golpeó hoy Barcelona y ha dejado al menos 13 muertos y unos 80 heridos en el atentado más grave que sufre España desde el 11-M (y el primero yihadista desde entonces). Ese es el balance que a última hora arroja el ataque cometido antes de las cinco de la tarde -hora local- con una furgoneta en La Rambla, en pleno corazón de la capital catalana. Los Mossos confirman que se trata de un atentado terrorista coordinado y detuvieron a dos personas: uno es el hombre que alquiló la furgoneta y el otro murió durante el dispositivo de captura; antes, había atropellado a dos policías en la avenida Diagonal, a la salida de Barcelona. El terror se expandió en el centro de la ciudad, que ha fue evacuado mientras la policía busca a los autores del atentado. El Estado Islámico ha reivindicado a última hora la autoría del atentado.

La inexistencia de pilonas en el paso de peatones facilitó que la furgoneta pudiera subir a la calzada central del bulevar barcelonés. “Caminábamos hacia la Rambla cuando una furgoneta blanca empezaba a atropellar a la gente. Miramos ciclistas saltando por los aires, gente saltando por los aires... Fue horrible”, explica en una calle adyacente Ellen Vercamm, una turista belga que fue testigo directa del atropello.

La incertidumbre y el pánico cundieron en el centro de la ciudad, que en esta épocas registra un elevado número de visitantes que frecuentan La Rambla. Al menos hubo tres estampidas de ciudadanos, lo que describe el ambiente de pánico y de incertidumbre en los aledaños de la plaza de Catalunya. El cordón de seguridad, para facilitar la atención a los víctimas y el rastreo de los autores del atentado, fue ampliándose a medida que pasaban los minutos. Dos horas después del atropello, los Mossos d’Esquadra confirmaban que se trata de un atentado y activaron el dispositivo antiterrorista.
La policía detuvo inicialmente a Driss Oukabir, que llegó a Barcelona de Marruecos el pasado domingo 13 de agosto y alquiló en Santa Perpètua de Mogoda, un municipio próximo a Barcelona, la furgoneta que embistió a decenas de personas. Los Mossos no han aclarado si Oukabir era la persona que conducía la furgoneta. La policía encontro el vehículo abandonado frente al Liceu: el conductor o conductores se habían dado a la fuga.

Según fuentes policiales, dos personas se dieron a la fuga, aunque ninguna cifra puede darse por definitiva. Los Mossos d'Esquadra han puesto en marcha dos dispositivos especiales -Gàbia, o sea Jaula, y Cronos- para evitar la huida de los autores del atentado terrorista.
El incidente que puso a la policía sobre la pista de esos terroristas ha sido un atropello en la avenida Diagonal de la capital catalana. A los mandos de un Ford Focus, uno de los supuestos atacantes se ha saltado el control de seguridad establecido por los Mossos d’Esquadra arrollando a dos agentes, que resultaron heridos. A pesar de que durante el incidente hubo incluso un tiroteo, según fuentes policiales, no se teme por la vida de los agentes.
El conductor del vehículo fue finalmente localizado y detenido en la cercana localidad de Sant Just Desvern. Según fuentes policiales, ese fugitivo habría sido abatido tras un intercambio de tiros. La confusión en la zona generó durante horas el rumor de que un terrorista se había atrincherado en un bar próximo al lugar del suceso. La información fue desmentida de forma oficial por los Mossos. Sí es cierto que, con el objetivo de resguardarse, algunos establecimientos en la Rambla y en sus proximidades bajaron sus persianas con gente en su interior.

A última hora, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha lanzado un mensaje de unidad contra el terrorismo. Acompañado por su vicepresidente, Oriol Junqueras, y por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, Puigdemont ha condenado los hechos y agradeció la colaboración de las fuerzas de seguridad. “Aquí no hay división que valga”, dijo. La Rambla ha quedado acordonada, además de las principales calles adyacentes.
Los establecimientos comerciales y restaurantes fue cerrados y también separalizo el transporte público de metro, autobuses, Ferrocarriles de la Generalitat y Renfe. Las estaciones de Renfe de la plaza Cataluña y paseo de Gràcia fueron desalojadas y cerradas al público a raíz del atropello. En otras zonas, personas y trabajadores estuvieron encerrados durante más de tres horas, hasta que las fuerzas de seguridad permitieron su salida. En la zona del atropello había numerosos cuerpos esparcidos por el suelo, muchos inmóviles.
Agencia AFP