Geraldine Agüero Simon se volvió, sin consentimiento, en la cara de una campaña del kirchnerismo contra el Gobierno. Araceli Arezzo la supuesta tuitera que protagonizó la fallida campaña de #ElFracasoDeMacri, no existe. Quien sí existe es Geraldine Agüero Simon, una argentina de 26 años que asegura que le robaron su “identidad”, o más específicamente su foto para crear una cuenta trucha.
Geraldine vive hace casi un año en los Estados Unidos y está radicada en Chicago junto con su novio Juan Ignacio Pérez Moreno. Según informó TN, la pareja se enteró del bot falso cuando una amiga les mandó una imagen en la que la joven aparecía como autora de los tweets de la campaña K. “Estás en todos los medios, en Twitter, están usando tu foto y dicen que te llamas Araceli”, le avisaron.
Automáticamente, la pareja empezó a buscar por internet y se topó con que la cara de la chica circulaba por miles de páginas web. Juan Ignacio explicó que su novia está asustada y que, por eso, prefirió salir él a contar la verdad. Además, manifestó que todas las imágenes que circularon fueron sacadas de Facebook y se quejó de que las hayan usado para una falsa campaña política.
“No tienen derecho a que todo el país la vea y la relacionen con un bot K. Merece ser conocida por quien es y no por quien quieren hacer creer que es”, reclamó. También pidió que el departamento de seguridad informática del Estado investigue el caso para dar con el responsable de robar la identidad de su novia.
En las última horas, este argentino de 27 años que trabaja como ejecutivo de ventas en una compañía norteamericana descubrió que también a él le adjudicaron un nombre falso. En la nube circula su foto con el nombre “Lucio Villanueva” y también hay una cuenta de Twitter trucha. La pareja, oriunda de Capital Federal, no termina de entender cómo fue que pasó de vivir una vida tranquila en el exterior a tener “explotados los teléfonos”.
“Jamás militamos en política”, aclaró Pérez Moreno, y relató que hasta se contactaron con él para ofrecerle plata a cambio de las fotos, pero que el no accedió. “Tengo la duda de si esto fue una casualidad, nos da miedo dar el nombre de las personas que nos contactaron”, aseguró
