San Juan 07:02 11/12/2025
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Tras más de un año en paradero desconocido, María Corina Machado reapareció este viernes en Oslo, donde se la esperaba para la ceremonia de entrega de los premios Nobel, a la que no llegó a tiempo para recibir el galardón por la Paz que le fue concedido en octubre, en la que ha supuesto su primera aparición pública desde enero.
La líder opositora, que vive en la clandestinidad en Venezuela para evitar una posible detención, salió al balcón del Grand Hotel poco antes de la medianoche. Cansada, pero sonriente, saludó a sus seguidores y cantó el himno nacional con la mano en el pecho mientras decenas de venezolanos la grababan con sus móviles entre gritos de "¡viva!".
Tras ese saludo inesperado, Machado bajó a la calle y se acercó a quienes la esperaban tras las vallas instaladas por la Policía noruega. En varias ocasiones se subió a ellas para dar la mano, lanzar besos y abrazar a los presentes. Aunque no pronunció ningún discurso, su gesto de gratitud con ambas manos se repitió una y otra vez.
Está previsto que en las próximas horas participe en una rueda de prensa junto al primer ministro noruego, Jonas Gahr Støre.
La escena sorprendió incluso al presidente del Comité Nobel Noruego, Jørgen Watne Frydnes, quien minutos antes había anunciado que no habría encuentro con el público porque Machado deseaba reunirse primero con su familia, a la que no veía desde hacía dos años.
En el aeropuerto de Gardermoen la esperaban sus tres hijos, su hermana y su madre, además de su hija Ana Corina Sosa, que recibió el Nobel de la Paz en su nombre y leyó el discurso de aceptación.
La llegada de Machado a Oslo fue el final de un trayecto complejo.
Según informó 'The Wall Street Journal', la opositora abandonó Venezuela en barco rumbo a Curazao, a menos de 80 kilómetros del litoral venezolano. El viaje, realizado en secreto, sufrió retrasos y obligó a posponer su plan inicial de aterrizar en Noruega el mismo día de la ceremonia del Nobel.
Las dificultades para salir del país y la incertidumbre sobre si podrá regresar hacen temer un posible exilio forzado. A pesar de ello, Machado ha reiterado que volverá "muy pronto" a Venezuela. Durante la ceremonia, su hija leyó un discurso en el que la opositora prometió que el país "volverá a respirar" y aseguró que, una vez se produzca un cambio de Gobierno, se abrirán "las puertas de las cárceles" para liberar a los presos políticos.
Estados Unidos también entró en escena, cuando el presidente Donald Trump advirtió que "no le gustaría" que Machado fuera arrestada, aunque reconoció desconocer si Caracas planeaba proceder a su detención.
