-EL ZAR DEL FÚTBOL-
Jet de lujo, financiera bajo sospecha y facturación trucha: los nuevos vínculos de Chiqui Tapia en la causa por lavado

El presidente de la AFA volvió al país en un avión privado de una empresa investigada por presuntas maniobras fraudulentas. A su vez, crecen los interrogantes sobre sus nexos con una financiera allanada por la Justicia y sus exorbitantes gastos.

San Juan 08:24 8/12/2025
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El regreso a la Argentina del presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Claudio “Chiqui” Tapia, no pasó desapercibido. No solo por el contexto de creciente exposición pública que rodea a su figura, sino también por la aeronave en la que aterrizó en el país: un jet ejecutivo de alta gama perteneciente a una empresa que se encuentra bajo investigación judicial por supuestas maniobras de lavado de dinero. 

Según pudo reconstruir el periodista Nicolás Wiñazki, a partir de fuentes del sector aeronáutico y judicial, Tapia viajó en una de las aeronaves más lujosas disponibles en el mercado de vuelos privados, con un costo estimado que ronda cifras difíciles de justificar frente a los ingresos que informó oficialmente como funcionario público y dirigente deportivo. 

La empresa dueña de la aeronave utilizada por el dirigente máximo del fútbol local aparece mencionada en una causa sensible que investiga presuntas irregularidades vinculadas a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), donde se habrían emitido facturas por vuelos que no se realizaron con el objetivo de “blanquear” dinero de posible origen ilícito. 

El expediente ya cuenta con documentación secuestrada y testimonios que sostendrían la existencia de maniobras simuladas. A esta situación se suma otro foco de tensión: la relación del presidente de la AFA con una financiera que fue allanada en múltiples oportunidades y que está bajo investigación por supuestos vínculos con operaciones irregulares dentro del fútbol argentino. 

Esta firma, que llegó incluso a tener presencia como patrocinador del torneo local, habría sido utilizada por terceros para canalizar grandes volúmenes de dinero que hoy están bajo la lupa judicial. Los nexos personales y comerciales entre Tapia y directivos de esa financiera son conocidos en el ambiente.

De hecho, su principal referente declaró en distintas oportunidades que mantiene una relación de amistad con el titular de la AFA y que llegó a colaborar económicamente con instituciones deportivas del ascenso, entre ellas el club de origen dirigencial del propio caudillo. 


Tapia arribó al aeropuerto internacional de Ezeiza a bordo de un Gulfstream G400, uno de los modelos de jets privados más exclusivos del mercado aeronáutico. La aeronave, identificada con matrícula LV-JQW, es considerada una de las preferidas por celebridades y empresarios de alto perfil por su nivel de confort y autonomía de vuelo. 

Según fuentes del sector aeronáutico privado citadas en la investigación, ese viaje habría tenido un costo aproximado de 500 mil dólares, una cifra que incluye no solo el traslado intercontinental sino también los servicios premium que ofrece la nave: cabina privada, ambiente de descanso tipo cama y azafata permanente a bordo. 

Desde el entorno aeronáutico señalaron que se trata de un gasto muy elevado incluso dentro del segmento de vuelos ejecutivos. El jet fue alquilado a la empresa Baires Fly, una firma que quedó bajo la lupa judicial por causas ajenas al mundo del fútbol. 

De acuerdo con el fiscal Franco Picardi, la compañía habría emitido facturas apócrifas para servicios que nunca se realizaron, en el marco de operaciones que ahora son investigadas por presunto lavado de dinero en la causa vinculada a la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS). 

La secuencia del viaje también es parte del expediente. Tapia salió de la Argentina el 27 de noviembre desde el aeropuerto de San Fernando a bordo de un Lear 60, también alquilado a Baires Fly. Sin embargo, durante una escala en la ciudad de Lima solicitó el cambio de aeronave y pidió que fuera trasladado en el Gulfstream G400, que finalmente despegó rumbo a los Estados Unidos el 30 de noviembre. 

El primer destino fue el aeropuerto de Fort Lauderdale, en la Florida, una zona cercana a la residencia de Lionel Messi. Según detalla la investigación, Tapia habría intentado reunirse con el futbolista en medio del creciente escándalo por su patrimonio, aunque dicho encuentro no se concretó o al menos no trascendió públicamente. 

Días más tarde, el 4 de diciembre, el dirigente argentino volvió a utilizar el mismo jet privado para trasladarse a Washington, donde participó del sorteo del próximo Mundial. Tras ese evento oficial, regresó nuevamente a Miami con la intención de concretar una reunión con Messi, que tampoco se vio reflejada en ninguna imagen pública. 

Finalmente, el zar del fútbol local emprendió el regreso a la Argentina el sábado 6 de diciembre, con escala en Guayaquil, aterrizando en Ezeiza al mediodía del domingo. Todo el trayecto internacional se realizó a bordo del mismo avión perteneciente a la empresa que hoy es investigada por facturación irregular y maniobras financieras sospechosas.