-JUDICIALES-
Escándalo del fentanilo | Un exempleado del laboratorio rompió el silencio: “Era hacer más plata a cualquier costo”

El hombre dio detalles sobre cómo trabajada la planta Ramallo S.A. y cuyos lotes eran vendidos por HLB Pharma. Hasta el momento se registran 96 muertes en la Argentina.

San Juan 10:14 19/8/2025
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Uno de los 300 empleados que perdieron su trabajo luego de la clausura de Laboratorios Ramallo, la empresa investigada por la elaboración de los lotes contaminados de fentanilo vendidos por HLB Pharma, rompió el silencio y dio detalles de la interna dentro de la empresa.

“Nadie sabía qué estaba haciendo. Era como fabricar fentanilo en una carnicería”, indicó el hombre a TN y del cual se preserva el nombre por seguridad. Según indicó al medio, “la planta operaba sin controles, con sueldos en blanco, pero sin aportes, sin medidas de seguridad, con maquinaria sin habilitación“. 

A su vez, aseguró que la lógica de producción era “hacer más plata, a cualquier costo”. “Empecé en la producción de suero, después pasé a empaque y finalmente a la caldera. Todo esto sin ningún tipo de estudio farmacéutico. 

Necesitaba trabajo, presenté mi currículum y me llamaron”, reveló. Sobre su labor en la caldera, indicó: “Es como un lavarropas gigante que generaba vapor para esterilizar. No tenía permisos ni normas de seguridad, si explotaba nos moríamos todos. Yo mismo puse plata de mi bolsillo para comprar válvulas y mangueras porque tenía miedo de que me pase algo”. 

Lotes truchos

“Había fraccionadores que producían todos los medicamentos, se hacían lotes gemelos, uno original y otro copia, trucho. Todo era para vender más, para ganar plata, sin registrar nada”, aseguró el hombre que indicó que trabajaban en ropa interior porque hacía calor y no había refrigeración. 

“No nos daban ni ropa de recambio, estábamos mojados todo el tiempo. El agua que usábamos era de la canilla, sin tratamiento. En los sueros aparecían partículas de vidrio, de plástico, de óxido.

Era un desastre total“, añadió. En ese sentido, comentó: “No había controles. Nunca vimos a nadie que vaya a inspeccionar. Siempre nos decían que iban a ir, que nos preparemos, pero yo jamás vi a nadie”.