-ECONOMÍA-
Para el FMI, la economía argentina crecerá 5,5% en 2025 y 4,5% en 2026

Según el reporte global del organismo multilateral, el PBI del país mantendrá entre el presente y el próximo año un crecimiento sostenido y muy por encima del promedio regional.

San Juan 11:07 29/7/2025 
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Mientras el Gobierno aguarda que el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) defina el envío de 2 mil millones de dólares al país tras la primera revisión del acuerdo, el organismo de crédito multilateral publicó este martes sus previsiones de crecimiento para el país durante el presente y el próximo año. 

De acuerdo al informe titulado “Perspectivas económicas mundiales” (WEO, por sus siglas en inglés), la economía argentina crecerá este año un 5,5%, mientras que en 2026, se incrementará en un 4,5%. Se trata de un cambio luego de la caída del -1.3% registrada por el Fondo en 2024, y de la puesta en marcha del duro ajuste fiscal por parte de la gestión Milei desde que asumió en diciembre de 2023.

Las previsiones para la economía argentina se posicionan muy por encima del promedio regional de América Latina, cuyo crecimiento conjunto se pronostica en 2,2% para el 2025 y 2,4% para 2026. Respecto a Brasil, por ejemplo, su economía crecerá, según el FMI, un 2,3% en este año y 2,1% en 2026. 


El reporte del organismo multilateral llegó con un alivio para la economía mundial, inmersa en la incertidumbre por el impacto de las tarifas del Gobierno de Estados Unidos al comercio con otros países y bloques económicos. 

En este marco, el FMI proyecta que, a pesar de las preocupaciones, la economía mundial crecerá un 3% en 2025 y un 3,1% en 2026. Riesgos que amenazan el crecimiento previsto.

De todas maneras, el Fondo advirtió por los riesgos que se ciernen sobre la economía global, los cuales podrían obstaculizar el crecimiento pronosticado. 

Entre ellos se encuentran el incremento de aranceles o la imposición de tasas adicionales al comercio internacional, las crecientes tensiones geopolíticas, que podrían poner en jaque a las cadenas de suministro mundiales y hacer subir los precios de las materias primas, y el incremento de los tipos de interés como cristalización de la aversión al riesgo provocado por los mencionados factores, lo que se traduce en capital inmovilizado y recesión.