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El sacerdote hallado culpable por dos delitos de abuso sexual infantil y corrupción de menores, permanecerá en el penal de Campana hasta llegar al final de su condena de 15 años. |
San Juan 15:45 22/8/2024
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El sacerdote Julio César Grassi, condenado a quince años de prisión por abuso sexual infantil y corrupción de menores, mientras era titular de la Fundación caritativa Felices los Niños, buscaba ser beneficiado con la libertad condicional al haber cumplido gran parte de la pena, pero la Justicia rechazó su solicitud y deberá permanecer en el penal de Campana.
Representándose a sí mismo, ya que dentro de la cárcel se recibió de abogado, el cura intentó convencer al Tribunal en lo Criminal N°1 de Morón, de que estaba listo para reinsertarse en la sociedad y que fue condenado injustamente, ya que se autodenominó como “inocente” de los cargos de pedofilia.
“Soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo. Tengo un sentimiento genuino de ser inocente, porque soy inocente, y estoy respetando lo que la ley me está pidiendo, para acceder al beneficio de la libertad condicional”, le dijo el sacerdote a los jueces en el inicio de su testimonio.
Grassi mantuvo una conversación virtual desde dentro el penal de Campana, en donde se encuentra detenido y en donde cumplió los dos tercios de la pena impuesta por su grave delito contra la integridad de dos menores de edad, de los que se aprovechó por ser director de un hogar de niños vulnerables.
Ante la atenta mirada de los integrantes de la audiencia, entre ellos el abogado Juan Pablo Gallego, querellante en la causa por el Comité de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño en Argentina (Casacidn), quien se opone a la salida en libertad y el particular damnificado Sergio Piri, en representación de la víctima conocida como Gabriel, el religioso defendió su pedido de libertad.
Sin embargo, los magistrados a cargo del tribunal, Mariana Maldonado, Juan Carlos Uboldi y Claudio José Chaminade, y de la fiscalía de ejecución representada por Mario Ravizzini, determinaron en total unanimidad que el cura de 68 años deberá permanecer en la cárcel cumpliendo su condena de 15 años, hasta el 2028.