-POLÍTICA-
San Juan reclama los fondos para terminar una represa clave y aumenta la tensión

El complejo El Tamboral, emplazado en la precordillera sobre el Río San Juan, ya tiene un 42% de los trabajos avanzados, pero al no recibir el dinero por parte del Ejecutivo, suspendió los pagos, y la empresa cesanteó a mil trabajadores.

San Juan 11:54 2/5/2024 
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Una de las cartas más importantes que posee Javier Milei para negociar con los gobernadores es la de la liberación de fondos para terminar o continuar obras públicas, que fueron congeladas desde el 10 de diciembre, cuando asumió como jefe Estado. 

Una pieza clave es el complejo hidroeléctrico El Tambolar, ubicado en la provincia a 18,8 kilómetros aguas arriba del dique Caracoles. Con más del 40% realizado, esta represa de alta montaña atraviesa horas críticas, ya que el Gobierno nacional no giró los fondos coparticipables al grito de “no hay plata”.

En las últimas horas, desde la administración provincial afirmaron que no descartan rescindir el contrato, y si eso ocurriese, que el consorcio empresario podría reclamar en la Justicia un resarcimiento millonario en dólares. 
Con un presupuesto de 520 millones de dólares, en 2019 se dio inicio a la construcción del aprovechamiento múltiple El Tambolar. 

El avance actual de la obra es casi del 42%, pero el Ejecutivo provincial denuncia serie de incumplimientos por parte de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) conformada por Panedile Argentina, SACDE; Sinohydro Corporation Limited; Petersen Thiele y Cruz. 

Según fuentes cercanas a las compañías intervinientes explicaron que es “imposible que la UTE siga manteniendo la obra: son costos mensuales muy grandes, pero además no hay fondos para que continúen. 

Hay un campamento en alta montaña, en precordillera, con altos costos”. Durante esta última etapa las cuatro firmas vienen financiando el proyecto “porque interesa la continuidad de la obra, pero desde enero la provincia no puede paga los certificados”. 

Según los cálculos oficiales, el mantenimiento del campamento -aún sin trabajar- demanda 250 millones de pesos por mes. En la represa trabajaban entre 700 y 1.000 trabajadores, pero con la obra paralizada hace menos de un mes la UTE cesanteó a los últimos 450 trabajadores que continuaban con tareas de mantenimiento.