- POLÍTICA-
Tras la reunión con la CGT, el oficialismo aceptó negociar una reforma laboral acotada en la nueva Ley Bases

En el marco de las negociaciones para evitar un nuevo paro nacional, el Gobierno se reunió con la cúpula cegetista y les garantizó la homologación de las paritarias.

San Juan 07:23 11/4/2024 
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Guillermo Francos, se reunió con la cúpula de la CGT para abordar las tensiones políticas y evitar un posible paro general o movilización programada por la central obrera contra el gobierno de Javier Milei.

La reunión, que duró casi tres horas, pareció disminuir la posibilidad de una huelga inminente, aunque se espera la confirmación de los próximos pasos en la reunión de la cúpula sindical este jueves. 

Tras el encuentro, los líderes sindicales expresaron su disposición a participar en una mesa de diálogo permanente con el Gobierno y a respaldar cambios limitados en la legislación laboral. 

Sin embargo, también solicitaron al Ejecutivo que acelere la homologación de acuerdos paritarios pendientes, como en el caso de Camioneros, un compromiso que los funcionarios de Javier Milei asumieron durante la reunión. 

Para el Gobierno, este acuerdo representa una reactivación en su relación con los gremios, que se había visto afectada tras el freno judicial al capítulo laboral del mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) presentado anteriormente.

La prueba del viraje en el vínculo entre gremios y el Gobierno fue la presencia en la reunión del principal asesor del Presidente, Santiago Caputo. “No hay una decisión de tener un enfrentamiento ideológico ni intención de demonizar a los sindicatos”, dijo Caputo durante la reunión, según contaron los sindicalistas. 

Por su parte, los funcionarios reiteraron su convencimiento de que en los próximos 90 días bajará muy fuertemente la inflación. 

“Fue una reunión cordial. Fue la primera que tuvimos desde que se formó el Gobierno. Nosotros vamos a apoyar todo lo que sea razonable”, dijo uno de los participantes del encuentro.

Los líderes sindicales prefieren referirse a una modernización laboral en lugar de una reforma, y están dispuestos a respaldar cambios en las indemnizaciones por despido (fondo de cese laboral), el régimen de multas por despidos y la ampliación del período de prueba. 

Estos tres puntos habían sido avalados previamente en conversaciones informales con el ministro Francos. En tanto, los funcionarios se comprometieron a mostrarles el texto de los cambios antes de avanzar con su tratamiento en el Congreso, y rechazaron cualquier iniciativa que limite el poder de los sindicatos o su financiamiento. 

Uno de los temas más sensibles de la reunión fue el reclamo de la CGT por la demora en la homologación de los acuerdos salariales, como en el caso de Camioneros. Los funcionarios prometieron resolver este tema a corto plazo. Moyano, que reemplazó a su hijo Pablo en la reunión, se quedó incluso después de que la mayoría de los presentes se había retirado, para trabajar en la solución del acuerdo paritario de su gremio, en un ambiente distendido. 

La resolución del conflicto de Camioneros influirá en la postura que la CGT adopte sobre su plan de lucha. Si se llega a un acuerdo sobre la paritaria, es probable que la discusión sobre un nuevo paro general se posponga. Sin embargo, si no se logra un acuerdo, será difícil mantener un diálogo constructivo.