-GREMIALES-
Crisis en Camioneros: alejado de su familia, Pablo Moyano se desvincula del sindicato y planea abandonar el país

La relación entre Hugo Moyano y su hijo mayor está en su peor momento. Como nunca, el sindicalista admitió no saber nada de su primogénito y que no pretende recuperar el vínculo. Desde su círculo íntimo, aseguran que el co secretario del gremio “está preparando todo para irse de Argentina”.

San Juan 11:27 19/5/2023
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Son varias las disputas que distancia a los miembros de la familia mas controvencial del sindicalismo argentino: por un lado el conflicto de los hijos del líder sindical con Liliana Zulet, la esposa de Hugo, por la administración de OSCHOCA, la obra social del gremio; por otro el alejamiento de Pablo Moyano de los diferentes lugares de decisión, lo que refleja la extrema tensión presente. 

En noviembre pasado, el hijo mayor decidió tomar distancia del día a día del sindicato bonaerense de Camioneros, donde aún conserva la secretaría adjunta, ya que de la cúpula de la Federación Nacional del gremio había sido desplazado en diciembre de 2021. 

“No se nada de Pablo, ni quiero saber”. La mirada adusta que acompañó la tajante respuesta de Hugo Moyano sorprendió al cacique sindical que, simulando ingenuo interés, pretendía indagar sobre el estado del vínculo del mandamás camionero y su primogénito y miembro del triunvirato de conducción de la CGT. 

La pregunta no sonaba a casualidad: puertas adentro de la estructura cegetista arreciaban todo tipo de versiones sobre un quiebre total del clan Moyano y asignaban a la figura de Pablo la responsabilidad primaria de la discordia familiar. 


El faltazo de Pablo al acto cegetista en Defensores de Belgrano, su alejamiento de todos los espacios de decisión de su propio gremio y el abrupto silencio con la primera línea del frente sindical que le responde abonaron los rumores. 

En el medio se colaron las críticas que le dedicaron en las últimas semanas varios de sus hermanos y nuevos cortocircuitos con Hugo. “Está preparando todo para irse del país”, aseguró un dirigente de su máxima confianza. Otros tres referentes de diálogo permanente confiaron haber escuchado el mismo comentario de boca del camionero. 

Algunos lo minimizaron y lo encuadraron en los términos de “una amenaza más a las que nos tiene acostumbrados”. Otros, en cambio, dieron más crédito a esa posibilidad, convencidos de que la ruptura en el seno familiar no tiene retorno y el margen de maniobra de Pablo en el mundo sindical es cada vez más limitado. 

El recorte de poder del dirigente en Camioneros es total y su espacio dentro de la conducción cegetista se acota con cada acercamiento de Hugo al entramado mayoritario que componen los “gordos”, “independientes” y el sector alineado con Luis Barrionuevo. 

Se recostó entonces en su despacho del tercer piso de la CGT, que ocupa como miembro del triunvirato de conducción de la central, a la par que apuntaló una estrategia más política con el armado del Frente Sindical para el Modelo Nacional junto a un grupo de dirigentes aliados, desde el que estructuró un vínculo aceitado con Máximo Kirchner. 

El distanciamiento con su padre se ensanchó: Hugo ocupó el lugar asignado a Camioneros en el escenario del acto de la central obrera por el Día del Trabajador, compartió varias mesas con los referentes de la conducción de la central más enfrentados a Pablo y acompañó a Facundo en el lanzamiento de la nueva Juventud Sindical del sindicato de peajes. 

Los mensajes familiares críticos contra Pablo se multiplicaron tras los gestos públicos del número uno de Camioneros. “Para qué voy a hablar con Pablo si hablo con Hugo. Pensamos diferente… Pienso que no pueden comprarse peleas que no te corresponden cuando tenés un 110% de inflación”, le reprochó Facundo el último lunes. 

Unos días antes Jerónimo, el menor de los Moyano e hijo del matrimonio de Hugo con Zulet, también se había referido a los cortocircuitos con Pablo: “Diferencias hay en todos lados, en todo grupo de seres humanos”, admitió.