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Hartos de la situación, distintas cámaras y federaciones que representan a la industria salieron al cruce de la última restricción impuesta por el Gobierno. |
San Juan 09:33 15/7/2022
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El aumento para la alícuota de Ganancias y Bienes Personales que pasó del 35% al 45% para los gastos con tarjeta en el exterior en el llamado dólar turista, despertó una fuerte repercusión en la Argentina.
Tanto el Foro Argentino de Consultores y Empresas de Viajes (FACVE) como la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faveyt) lanzaron fuertes críticas tras conocerse la noticia.
“Expresamos nuestra extrema preocupación por el cambio constante de las reglas de juego y la falta de previsibilidad que tiene el sector para operar con normalidad”, explicó FACVE, que también cuestionó el poco margen de tiempo que dio el Gobierno a las empresas para que puedan readecuarse.
Desde Faevyt fueron, incluso, más duros.
“Turismo no es mala palabra. Somos una industria que paga impuestos y da empleo en todo el país. Necesitamos reglas claras”, expresó el encabezado del comunicado de la federación que representa a más de 5000 agencias de viajes argentinas.
“Nuevamente nos cambian las reglas del juego. Es imposible trabajar con estabilidad.
El turismo necesita planificación”, apuntaron fuentes de Faevyt, que reclaman sobre la última decisión del Gobierno, que afecta especialmente a personas que deben viajar al exterior por obligación.
Según informaron fuentes de FACVE, la presión fiscal con la que trabaja la industria supera el 80% entre los impuestos ya conocidos y otros como las tasas (municipales, aeropuertos y otras), impuesto al cheque, IVA e Ingresos Brutos.
“El cambio constante de reglas en el juego hace que cada vez existan menos opciones para los clientes, lo que impacta de forma contundente en el mercado y en el desarrollo de la industria”, remarcaron desde FACVE.
La Cámara de Líneas Aéreas en Argentina (JURCA) también manifestó su descontento por la decisión del Gobierno, que para ellos no fue “ni consultada ni anticipada”.
Según informaron desde el espacio, la normativa no solo genera una caída en la demanda local de pasajeros, sino también en el movimiento de cargas.
“Esta medida se contrapone al incentivo del turismo y el objetivo de ingresar divisas para el país”, precisó Felipe Baravalle, director ejecutivo de la Cámara, quien agregó que a la catarata de impuestos se le debe sumar el contexto: “La industria aerocomercial se estaba recuperando de la peor crisis económica”.