Manzur confirmó que hay voluntad de pago mientras el ala K del Frente de Todos agita la idea de entrar en mora para correr al organismo acreedor de su posición intransigente. |
San Juan 17:23 27/1/2022
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En horas de tensión y volatilidad en los mercados financieros, e incertidumbre por la indefinición de una decisión trascendental, el Gobierno quedó partido en dos bandos: los que apoyan el inminente pago de aproximadamente u$s 1086 milones -en dos partes- al Fondo Monetario Internacional (FMI), y quienes presionar para demorar el depósito bajo condición de flexibilizar los requerimientos que el organismo multilateral de crédito pone sobre la mesa para reprogramar los vencimientos del crédito otorgado a la anterior gestión.
Con Alberto Fernández recluido en su despacho y el ministro de Economía, Martín Guzmán, absorbido hora a hora en conversaciones con el organismo acreedor, la Casa Rosada dejó entrever su "voluntad" de llegar a un acuerdo, pero que no condicione la recuperación que sueña el Ejecutivo, motorizada por dinero inyectado a la economía desde el mismo Estado.
Más aventurado, el jefe de gabinete, Juan Manzur, aseguró este jueves que en el Gobierno "hay decisión política y vocación de pagar" al FMI este viernes el vencimiento de u$s 731 millones en concepto de capital de la deuda.
Al finalizar un acto en Escobar, el gobernador de Tucumán en uso de licencia -y sobre el que se elevaron rumores de renuncia a la coordinación ministerial- afirmó que "el Presidente está involucrado personalmente en la negociación", y reiteró que "está la voluntad de pago, queremos hacerlo, pero lo único que pedimos es seguir creciendo".
Con todo, Manzur pareció cruzar una diagonal que lo acerca al cristinismo, el sector político más reacio a llegar a un urgente acuerdo, aunque las condiciones a largo plazo se tornen desfavorables. La condición exclusiva que pone la Argentina es no decapitar súbitamente el gasto fiscal, como forma de alcanzar equilibrio en la balanza de pagos y así devolver los u$s 44.000 millones girados durante la gestión de Mauricio Macri.
Agitando aún más el avispero, referentes del oficialismo cercanos a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner -de viaje oficial en Honduras, por estas horas- plantearon en las últimas horas que existe una "violación sistemática de los DDHH" por parte del Fondo, aseguraron que el default "no es el peor de los remedios" y que "es preferible no firmar, que firmar un mal acuerdo".
"Default es una palabra que aterroriza, pero tampoco tiene que aterrorizar tanto como para creer que es el peor de los remedios", dijo el diputado oficialista Leopoldo Moreau en una entrevista radial.
También el director del Banco Nación, Claudio Lozano, opinó que "es preferible no firmar, que firmar un mal acuerdo con el FMI", y señaló que el país necesita más plazos, quita de capitales, que no haya sobrecarga de intereses y, sobre todo, que no haya condicionalidades fiscales que ahoguen la recuperación.
Con información del Cronista.com