
San Juan 19:09 25/6/2021 - elinformadordecuyo@gmail.com
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dio un nuevo paso para concretar el mayor reparto de recursos de su historia a los países emergentes y pobres, los más golpeados por la pandemia del coronavirus. El board del organismo multilateral se reunió y analizó formalmente una propuesta de la directora gerente, Kristalina Georgieva, para distribuir 650.000 millones de dólares entre sus miembros, una inyección de fondos que se espera para fines de agosto.
Luego de la discusión en el Directorio Ejecutivo, Georgieva ahora debe elevar un informe con la propuesta formal para distribuir Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda que utiliza el FMI). Una vez que eso suceda, Georgieva elevará la propuesta al Directorio de Gobernadores, el órgano de mayor jerarquía del FMI, integrado por un director por cada país miembro.
La propuesta deberá recibir el respaldo del 85% de ese directorio. Una vez que ambos directorios aprueben la propuesta, el reparto de fondos se realizaría a fines de agosto, indicó el director de Comunicaciones del FMI, Gerry Rice.
“Hoy, el Directorio Ejecutivo del FMI discutió una propuesta para una nueva asignación de DEG de US$650.000 millones, la emisión más grande en la historia del FMI destinada a ayudar a sus miembros, especialmente a los más vulnerables, a superar la crisis del Covid-19.
La discusión del directorio es otro paso en el proceso hacia una nueva asignación de DEG que esperamos se complete a fines de agosto”, dijo Rice.
La iniciativa es crucial para la Argentina, porque el gobierno de Alberto Fernández espera recibir 4400 millones de dólares, cuyo destino final es materia de debate en el oficialismo.
Una alternativa que contempló el ministro de Economía, Martín Guzmán, es utilizar esos fondos para cancelar con el Fondo los primeros vencimientos del préstamo que tomó el gobierno de Mauricio Macri mientras termina de negociar el próximo acuerdo.
La Argentina debe pagar, en septiembre y en diciembre, alrededor de 1900 millones de dólares. Pero el cristinismo quiere que esos fondos se utilicen para respaldar la recuperación económica a la pandemia justo antes de las elecciones legislativas, que tanto el oficialismo como la oposición consideran vitales para fortalecer sus respectivos proyectos políticos.
La inyección de recursos del FMI a las reservas de los países que integran el organismo busca cerrar la enorme brecha entre las naciones ricas y los países de menores ingresos, que se profundizó con la pandemia del coronavirus. Los países podrán utilizar los recursos para respaldar reservas, sus gastos médicos y sus campañas de vacunación.
Aun está por verse si el uso de los recursos será limitado, o si cada nación podrá disponer libremente de los fondos para utilizarlos con cualquier fin.
Una de las preocupaciones de las naciones más ricas, principales aportantes de los fondos que se repartirán, es que algunos de los beneficiarios serán naciones gobernadas por regímenes dictatoriales vetados por Washington, como Myanmar, Venezuela o Nicaragua, además de naciones rivales como Rusia o China.