Si bien las últimas mediciones indican que las caídas en las imágenes del gobierno de Alberto Fernández y en su propia figura se habría estabilizado, la confianza en su gobierno continúa viéndose afectada por la cuarentena y la situación económica.
San Juan 17:15 20/8/2020 - Redacción_Sanjuan@
Volver al discurso moderado, estabilizar la macroeconomía y generar un rápido repunte de la microeconomía parece ser el gran desafío del Gobierno Nacional para lograr estabilizar la caída en las encuestas.
La Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella dio a conocer el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) correspondiente al mes de agosto de 2020. Recordemos que el ICG se confecciona desde noviembre de 2001 en base a una encuesta de opinión pública a nivel nacional y se mide en una escala de 0 a 5.
Este mes fue de 2,38 puntos, graficando una caída de 6,0% respecto a la medición del mes anterior y la cuarta consecutiva luego del pico de abril.
Ahora bien, sin mirar a los presidentes, en términos interanuales el índice aumentó 8%.
Mirando a quien ocupa el sillón de Rivadavia, el actual nivel de confianza es 21% superior al de la última medición del gobierno de Mauricio Macri, correspondiente al mes de diciembre de 2019, y 2% superior al ICG del primer mes completo del gobierno de Alberto Fernández (enero 2020).
El gran problema es que la caída de dicho índice en agosto profundiza la tendencia iniciada en mayo, con una disminución acumulada del 27,7% respecto del récord de abril, mes en el que el índice creció un notable 48,2%, para alcanzar un valor de 3,29.
De acuerdo a dicho informe, la evolución negativa sugiere la profundización de la insatisfacción en la población por la situación de cuarentena, por los problemas económicos, y/o por desacuerdos con ciertas acciones del gobierno nacional (por ejemplo la reforma judicial).
En agosto el valor del ICG fue mayor entre los hombres (2,50 puntos, con una leve caída de 0,8% respecto de julio) que entre las mujeres (2,29 puntos, con una variación negativa de 9,5%)
Sin embargo, se abre una ventana para el gobierno de Alberto Fernández y tiene que ver con la economía. El ICG de agosto fue sustancialmente mayor entre quienes creen que la situación económica mejorará dentro de un año (4,02 puntos, disminuyendo 1,2% respecto de julio), que entre quienes creen que se mantendrá igual (2,50 puntos, con una caída de 22,1%), y quienes creen que la situación económica empeorará (1,35 puntos, disminuyendo 16,7%).
Es probable que esta correlación (bastante más intensa en agosto que dos meses atrás) sea claramente bidireccional: el optimismo sobre el futuro económico refuerza la confianza en el gobierno, pero a la vez una mayor confianza en el gobierno genera mayor optimismo.