El pontífice recibe en un seminario a Kristalina Georgieva y al ministro de economía argentino, Martín Guzmán. Habló de solidaridad y no ahogar a los países que tienen deudas.
San Juan 16:15 5/2/2020 - RedacciónSJ
Apenas unos días después de recibir al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, el papa Francisco habló frente a la titular del FMI donde, sin nombrarlo, se refirió a la situación argentina. El Sumo Pontífice llamó a los organismos internacionales a impulsar un alivio para los países endeudados, habló de solidaridad y también de corresponsabilidad de los acreedores.
“Es bueno recordar que no existe una ley mágica o invisible que nos condene al congelamiento o la parálisis frente a la injusticia. Y menos aún existe una racionalidad económica que suponga que la persona humana es simplemente una acumuladora de beneficios individuales ajenos a su condición de ser social", dijo Francisco en uno de los pasajes más cercanos a la situación argentina.
El pontífice, luego citó a Juan Pablo II para ahondar sobre el mismo tema: “Las exigencias morales de Juan Pablo II en 1991 resultan asombrosamente actuales hoy, cito: Es ciertamente justo el principio de que las deudas deben ser pagadas. No es lícito, en cambio, exigir o pretender su pago cuando este vendría a imponer de hecho opciones políticas tales que llevaran al hambre y la desesperación a poblaciones entera. No se puede pretender que las deudas contraídas sean pagadas con sacrificios insoportables. En estos casos es necesario, como por lo demás está ocurriendo en parte, encontrar modalidades de reducción, dilación o extinción de la deuda, compatibles con el derecho fundamental de los pueblos a la subsistencia y el progreso. Fin de la cita”.
Además, el Papa se refirió a los objetivos para el desarrollo de la ONU. "De hecho, los objetivos del desarrollo sostenible aprobado por unanimidad por todas las naciones, también reconocen este punto. Es un punto humano y exhorta a todos los pueblos a ayudar a los países en desarrollo a lograr la sostenibilidad de la deuda a largo plazo a través de políticas coordinadas destinadas a fomentar el financiamiento de la deuda, el alivio de la deuda y la reestructuración de la deuda, según corresponda. Y abordar el problema externo deuda de los países pobres muy endeudados para reducir la angustia de la deuda. En estos deben consistir las nuevas formas de solidaridad que hoy nos convocan”, concluyó.