SAN JUAN
Las familias de Cochagual que viven de forma indigna

“La Cívica o La Silvica”, es un pequeño lugar en el distrito de Cochagual donde la pobreza es la reina y señora.


San Juan 10:52 a.m. 23/02/2019 - RedacciónSJ

“La Cívica o La Silvica”, es un pequeño lugar en el distrito de Cochagual donde la pobreza es la reina y señora.

Las personas que residen en ese lugar, son olvidados históricos de las diferentes gestiones, incluida la del actual jefe comunal Mario Gustavo Martín que acentuó su indiferencia.

Así mientras un grupo de políticos de ése departamento del sur, dispone de negocios para sus amigos repartiéndose porciones gigante de la torta a sus vecinos no les dejan ni siquiera una migaja.

En los últimos días se conoció de supuestos negociados millonarios entre dueños de negocios, alquileres de quinchos para lanzamiento de campaña, contratación de cenas y almuerzos que disfrutan los funcionarios y amigos del poder el fin de semana solo a un proveedor.

También, la compra de maquinarias obsoletas a amigos del poder, funcionarios que compran autos importados valuados en mas de un millón de pesos como el es caso de Mortensen.

O tal vez la siempre contratación de trabajos a un hermano del Secretario de Gobierno que siempre se encarga de ostentar lujos, punteros ñoquis por doquier para hacer campaña, todo eso sucede mientras la pobreza ataca y los funcionarios miran para otro lado.

“La Cívica o La Silvica”, es un lugar donde la pobreza brilla fuerte pero está escondida por mezquinos intereses de gente con efímero poder pero que se creen grandes estadistas.

Esos vecinos, de entre todos sus padecimientos el más cruel de todos es el agua para consumo humano.
El estado de la misma, difícil se le pueda llamar potable ni siquiera unas gotas de lavandina la dejaría apta para su consumo. Pero también pese a su inaptitud para el consumo humano, es una lotería que los camiones tanques la lleven por Cochagual.

Martín hizo lo que mejor saben los de su especie la política, borrar a los pobres del mapa para que nadie sepa que existen.

                                                                                                             Escrito por: El Culebrón del este