Desde hace años, el banco de Eskenazi maltrata a sus clientes. En San Juan tiene un convenio leonino con el Gobierno y mantiene cautivos a empleados públicos y contribuyentes.
Por Ernesto Simón - Hace unos días, un grupo de clientes de Banco San Juan se hartaron de ser tratados tan malamente y colgaron una bandera en una de las sucursales de la entidad bancaria. La bandera decía: "Banco San Juan BASTA de maltratar a sus clientes". La fotografía de la tela flameante, cargada de indignación, se propagó en redes sociales y la catarata de improperios que recibió el banco ha sido imparable.
Es importante citar en este punto el libro El dueño, de Luis Majul, donde explica la historia secreta de Néstor Kirchner, el hombre que manejó los negocios públicos y privados de Argentina. Precisamente en uno de los tramos del material se menciona a Eskenazi como uno de los artífices de los negocios con el expresidente fallecido.
En su trabajo de investigación, Majul deja detalles imprescindibles que nos permite entender lo mejor y lo peor de la Argentina de hoy, quién es quién en el mundo de los negocios y finanzas de privados con el Estado argentino. En la página 40 de El dueño, el periodista narra con lujo de detalle quiénes son los empresarios que negociaron con Néstor Kirchner y lograron un crecimiento patrimonial fabuloso.
“Ellos, los Kirchner, Eskenazi, De Vido, López, Báez, Zannini, Jaime, Ulloa, Ferreira, Acosta, Uberti y Cirigliano" le llamaron "argentinización" a un proceso oscuro que fue "un capitalismo de amigos”, confiesa Sergio Acevedo, uno de los muchos cadáveres políticos perdidos por el camino y una de las 138 personas entrevistadas en la investigación de Majul. “Ellos justifican la construcción de un poder económico propio para no depender de otros empresarios nacionales o extranjeros”, dice el testigo que hoy debería ser citado por el Juez Claudio Bonadio.
Banco San Juan hoy tiene convenios con el Gobierno de San Juan no sólo en líneas de crédito conjuntas, también en financiación de proyectos culturales a través de la Fundación Banco San Juan, donde arte y poder se amalgaman en una trama asquerosa. También el banco de la familia Eskenazi tiene la exclusividad en el cobro de los impuestos provinciales, esto es: Impuesto Inmobiliario e Impuesto Automotor, y algunos municipios que se pagan sólo en esa entidad financiera. Es decir que los sanjuaninos solamente pueden pagar esos impuestos en Banco San Juan, convirtiéndose así en cautivos de una sistema pactado desde hace décadas.
Convenios y negocios que hasta ahora ningún gobernador se animó a revisar. No sería sorpresa si en alguna de las páginas de los cuadernos de Centeno aparece el nombre de Eskenazi, habrá que ver si la investigación llega hasta este sujeto que tanto contribuyó con el atraso de San Juan. Algún fiscal con un mínimo indicio de dignidad, debería citar al exgobernador de San Juan, Jorge Alberto Escobar, y pedirle explicaciones de cómo se privatizó el banco que era del Estado provincial, en qué circunstancias se entregó y quién absorbió el pasivo del banco.
Esa es apenas una punta que puede derivar en un escándalo mayúsculo. Claro está, San Juan es como Macondo, la comarca que inventó Gabriel García Márquez para desplegar sobre ella su fenomenal obra literaria. Y tanto en San Juan como en Macondo, pasa de todo pero nunca pasa nada.
Así nos va.