PUNTO DE VISTA
El consumo interno perdió protagonismo: perdimos todos

Estamos viviendo una forma de interpretar la realidad económica donde el mercado interno no tiene un rol protagónico. ¿Aprenderemos de estas experiencias?



El crecimiento económico no implica un crecimiento en la demanda de bienes y servicios de consumo masivo. Vale decir que en Argentina, “los números” que maneja el Gobierno dicen que la Economía está creciendo a una tasa muy baja, pero creciendo. Que se han reducido los niveles de pobreza, que hay récord de patentamiento de vehículos cero kilómetro en los primeros cuatros meses del año al igual que en los ciclomotores.

Pero la Demanda de bienes y servicio de productos de consumo masivo sigue cayendo. Y este es uno de los puntos críticos que altera la ecuación económica del país y arrastra con mucha fuerza a todo el conjunto. La consultora Kantar Worldpanel detectó una caída de 2% en las ventas totales a lo largo de 2017 (sumando supermercados, mayoristas y almacenes).

Retracción que continuó en enero con una baja de 2%. Esta tendencia se acentúa cada día, no se avizoran signos de recuperación y no parece ser el camino elegido para el desarrollo económico. Estamos viviendo una forma de interpretar la realidad económica donde el mercado interno no tiene un rol protagónico.

Para el gobierno de Cambiemos el mercado interno no es su prioridad. Al menos, es lo que uno puede percibir y experimentar a diario. Aumentan las tarifas de los servicios públicos, aumentan los combustibles, entonces, inevitablemente, se incrementan los precios de todos los bienes y servicios de consumo masivo.

Además con la meta del 15% para actualizar los convenios colectivos, los salarios, indefectiblemente, pierden poder adquisitivo. Así puestas las variables sobre la mesa, querido lector, la capacidad de compra se reduce y, lógicamente, disminuye cada día más la actividad económica. Sencillamente como dice mi madre “no hay plata que alcance”. Y no miente.

Nos metieron a un laberinto y después nos avisan que tenemos que salir. Y que para poder salir se necesita ayuda porque no podemos hacerlos solos. Paul A. Samuelson, en su libro de Economía escrito junto a Williams D. Nordhaus, escribe que “En economía, lo que la gente vea depende de los anteojos teóricos que lleve puestos”. A nosotros la realidad nos golpea con tanta violencia que llega al punto de tirarnos los anteojos al piso y nos hace ver las cosas como son.
¿Aprenderemos de estas experiencias?