Ekaterina Fedyaeva murió tras recibir por error una situación de formol usada para evitar la descomposición de los cuerpos.
Ekaterina murió tras agonizar durante dos días luego de ser "embalsamada viva" con una solución compuesta por un derivado del formol, utilizada comúnmente para evitar que los cuerpos sin vida se descompongan.
Fedyaeva había sido ingresada a un hospital de la ciudad rusa de Ulyanovsk, para someterse a una operación de rutina que no representaba un riesgo mayor para la paciente. Tras compartirse la noticia del caso de mala praxis, su madre denunció públicamente un "asesinato" ante los medios locales. Los reportes compartidos tras la intervención aseguran que la mujer sufrió "horribles dolores y convulsiones" durante dos días antes de entrar en un coma que la llevaría al trágico desenlace final.

"No teníamos idea que se trataba de formalina. Luego entendimos que la solución la estaba consumiendo por dentro" reveló. "Aquellos que la operaron ya sabían que le habían administrado algo que no debían. Deberían haber tomado medidas urgentes pero no hicieron nada" dijo la madre, quién además compartió que le rogó a los médicos por ayuda para su única hija, pero estos sólo le pidieron que se fuera a su casa. "Creo que sólo me querían lejos para poder ocultarlo todo" agregó. Esa misma noche, la comprometida paciente fue trasladada a cuidados intensivos, a medida que su estado de salud se deterioraba rápidamente. "Tras ser operada, vivió con el formol dentro de su cuerpo por 14 horas y los médicos no hicieron nada" denunció la madre. Tras ir en busca de respuestas, Galina vio cómo los galenos se encontraban en medio de una discusión sobre cómo comunicar el error cometido. A pesar de que en ningún momento reconocieron explícitamente lo sucedido, una médica le aseguró a la madre que una equivocación había tenido lugar. "Se encuentra en coma, su corazón, pulmones y riñones han dejado de funcionar y se encuentra conectada a un respirador artificial" se limitaron a comunicarle. Tras ser trasladada a una clínica regional, finalmente la madre y el esposo de Ekaterina descubrieron la verdad más dolorosa, una que ya era imposible de revertir.