BRASIL
Así sería la vida de Lula en "la cárcel del Lava Jato"

La Policía se prepara para su ingreso a la cárcel de Paraná. Lula todavía tiene hasta el 10 de abril para presentar un recurso que para evitar dar ese paso.




La “Cárcel del Lava Jato”, como la conocen en Brasil, o el Complejo Médico Penal de Pinhais es el lugar que prepara la Policía Federal del vecino país para la posible llegada de Luis Inácio Lula Da Silva tras el fallo del Tribunal Supremo de Brasil. Según publicó Folha De San Pablo la cárcel de Paraná (a 40 minutos de Curitiba) es considerada la mejor locación a la que podría ir Lula Da Silva a partir del próximo 10 de abril. Allí deberá cumplir la sentencia de 12 años y un mes de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero relacionado con la operación Lava Jato.

El pabellón sexto, donde desde marzo 2015 precisamente se encuentran otros antiguos aliados involucrados en el mayor caso de corrupción en Brasil como el ex tesorero del Partido de los Trabajadores, Joao Vaccari o el gobernador de Rio de Janeiro Sérgio Cabral, es al que iría Lula Da Silva. La celda, según informó la revista Istoé que recorrió la prisión, es de 12 metros cuadrados con capacidad para tres personas, tiene una ventana y una puerta de acero, un inodoro en el suelo y un tanque de agua. Lula deberá usar el uniforme de la cárcel que consta de pantalón gris y camisa blanca con un detalle azul. Los uniformes son lavados una vez por semana en el lavadero de la cárcel.

Además Lula Da Silva podrá guardar cuatro calzoncillos y cuatro pares de medias en la celda que deberá lavar él mismo con el tanque de agua instalado en la celda. El cambio en el estilo de vida, según relata Istoé, alcanza a varios aspectos más: Lula Da Silva deberá levantarse a las 5 de la mañana, tendrá 4 minutos para bañarse y podrá de 9 a 11 de la mañana salir a caminar o jugar al fútbol. Pero también podrá quedarse en la celda donde habrá una televisión de 20 pulgadas y una radio AM / FM, sin entrada de USB.

En cuanto a las visitas, sólo pueden entrar dos parientes a la vez. No se permiten visitas íntimas y los abogados podrán hablar en cualquier momento, pero a través de una mampara. El complejo carcelario cuenta con un hospital, áreas para presos con medidas de seguridad y embarazadas. En total hay 697 presos de los cuales 11 corresponden al caso Lava Jato. La Policía no obstante, según informó Folha, prevé medidas de seguridad específicas dado que entorno a la cárcel hay grandes áreas de descampado que podrían ser foco de campamentos de movimientos sociales en apoyo a Lula. ¿Por qué no ir a otro lado? La Policía considera que en otras cárceles el perfil criminal de los presos podría poner en peligro la seguridad de Lula.