POLÍTICA
Incumplimiento de metas: Vuelven al Estado funcionarios que habían perdido sus cargos

La eliminación de puestos estatales implicó un ahorro de $1500 millones, aunque sin embargo muchos funcionarios desplazados volvieron al Gobierno.



El secretario de Vivienda, Domingo Amaya, vaa ser subsecretario de Interior, con un sueldo más bajo pero con mayor responsabilidad política. La jefa de gabinete de Medio Ambiente, Patricia Holzman, será titular de la Unidad de Coordinación General de ese mismo ministerio, un puesto que también toman Pablo Quirno en el Ministerio de Finanzas, Hernán Bielus en la Cancillería y Pablo Nocetti en la cartera de Seguridad. Se quedan en los lugares donde trabajaban.

Otros funcionarios estatales, como los del Ministerio de Educación, pasan al Senado, donde trabaja desde diciembre pasado el exministro Esteban Bullrich. Estos son algunos ejemplos puntuales publicados esta semana pasada en el Boletín Oficial, de la reciente reorganización de las estructuras del Gobierno generada por la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Modernización, y que implicó la desaparición de 974 "ravioles" (cargos) y un ahorro total de $1500 millones. Si bien los responsables del movimiento no dieron a conocer los números finales, un reciente informe da un resultado concreto: el porcentaje de los funcionarios que dejaron el Gobierno varía entre un 30 y un 40 por ciento como "techo".

El resto (unos 600 empleados jerárquicos, como secretarios, subsecretarios y directores) aceptaron continuar en sus puestos con un rango (y sueldo) menor se recolocaron en otras dependencias del Estado. Así, Alejandro Finocchiaro (Educación) acordó con su antecesor Esteban Bullrich traspasar varios de sus funcionarios de confianza. Precavido, el rabino Sergio Bergman (Medio Ambiente) vio venir la ola de cambios y les comunicó a quienes se iban la mala nueva. "Un tercio de la gente se fue, cuando les ofrecés un cargo menor o por menos plata se van. El resto se fue reubicando, pero con un estatus menor", afirmaron desde ese ministerio.

En Modernización, a cargo de Andrés Ibarra, el cálculo de la poda en cantidad de funcionarios da "aproximadamente un 40 por ciento", y en Transporte, encabezado por Guillermo Dietrich, hablaron de "varios cargos que dejaron de existir antes de designar algún responsable" y de la "muerte" de varias subsecretarías y direcciones. En Interior, de Rogelio Frigerio, la poda de subsecretarías (pasaron de 14 a 4) determinó las bajas de Juan Carlos Morán y Jorge Sábato, y los "pases" de otros funcionarios a puestos de menor relevancia.

En un contexto en el que no se tocaron figuras conocidas, sonó extraña la incorporación en ese ministerio del exembajador en Ecuador Luis Juez como nuevo titular del Instituto Nacional de Capacitación Política. Para retener a colaboradores VALIOSOS, Lopetegui y Quintana sostuvieron compensaciones a los funcionarios que se quedaran, a través de las denominadas "unidades retributivas" que recibe cada ministro.

Antes de la reorganización, cada ministro tenía 7000 unidades (alrededor de $30 por unidad); los secretarios, 5000, y los subsecretarios, 3000 por mes. Ahora quedaron 30.000 para cada uno de los 22 ministros, que pueden disponer de esos fondos para "engordar" los sueldos de aquellos a los que les bajaron el rango. "El ahorro de cargos y de plata se hizo. Ahora, irse... no creo que hayan sido mucho más de 300", arriesgó un funcionario, que reconoció que el número final de sillas vacías está guardado, bajo siete llaves.