ESTUDIO
La ciencia dice que no hay países más felices que otros

Contrario a lo que se creía, la felicidad es igual en todos lados. A partir de ciertos indicadores (como salud, esperanza de vida, libertad o apoyo social) se llegó a medir la felicidad que estas zonas experimentan y se elaboró un ranking de los países más felices del mundo.



Sin embargo, un nuevo estudio podría acabar con esta teoría. La Universidad Nacional de Australia puso en jaque estos medidores de felicidad y descubrió que las desigualdades dentro de las naciones tienen una mayor influencia en la felicidad de las personas. Esto desmiente el mito de los países más felices. El autor del estudio, el doctor Richard Burns, asegura que los hallazgos cuestionan la utilidad y la validez de las comparaciones de felicidad entre las naciones.

Según él, “el bienestar emocional, en realidad, no varía mucho entre estas”. Los resultados sugieren así que la felicidad de las personas podría mejorarse si los gobiernos abordaran las desigualdades en sus propios países, mejorando la relación entre salario digno y los costes del día a día. “Si la política de los gobiernos ayudara a mejorar la capacidad de las personas para vivir cómodamente con sus ingresos, habría una mejora en la felicidad de las personas”, asegura Burns. Se realizó un estudio entre 23 países (todos europeos) a partir de 11 indicadores de bienestar. Estos marcadores incluyen vitalidad, autoestima, confianza, sentimiento de pertenencia y satisfacción con la vida.

“El sentimiento de aquellos ciudadanos que encuentran un sentido a su vida, que tienen autoestima y confianza, en realidad no está relacionado con la nación en la que viven”, afirmó Burns. También se analizó si las diferencias en la felicidad se atribuían a los factores entre las naciones. La investigación incluyó datos del producto interior bruto, la tasa de desempleo y el nivel de confianza en el Poder Judicial y los sistemas políticos.

De los 11 indicadores de bienestar que se emplearon sólo uno difería sustancialmente entre las naciones, el de la satisfacción con la vida. Este a menudo se usa como una medida de la calidad de vida importante en la investigación económica, social y de salud pública, pero según el estudio, este no proporciona una imagen completa de la felicidad de las personas.