En lo que va del verano se sumaron más de 80 focos y podría repetirse la situación del año pasado.
Pese a que un informe del INTA de junio pasado advertía que región estaba en "extrema peligrosidad de incendios", la situación es una vez más incontrolable y genera pérdidas millonarias. El último parte oficial de los organismos que monitorean la situación informó que en enero se quemaron 174 mil hectáreas. Los últimos focos se dieron al sur de la provincia, en La Adela, sobre las rutas 32 y 154, y El Durazno, sobre la 14. Además de las pérdidas para el agro, la destrucción de flora y fauna, también se ve afectado el turismo. Por la situación, se dispuso la suspensión de la temporada de caza deportiva que va del 1 de febrero al 1 de marzo.
TN