Los Millonarios dirigidos por Marcelo Gallardo volvieron a caer en la Superliga. Esta vez, por la mínima diferencia ante Lanús como visitantes.
Sustentado en la buena labor de Marcone y en la peligrosidad de citado Acosta, el dueño de casa se retiró al entretiempo con una mejor imagen que el desdibujado conjunto de la banda roja. Gallardo "quemó las naves" al reiniciarse el match con dos cambios sucesivos pero ni el regordete colombiano Quintero ni Mora le aportaron soluciones al desteñido andamiaje táctico del conjunto del "Muñeco".
Ausente sin aviso el "Pity" Martínez y sin peso ofensivo en el desconocido Pratto, River atacó todo el segundo tiempo pero resultó incapaz de acarrearle problemas a la noche más que tranquila de Andrada, salvo por un remate de Mora sobre la hora, que provocó una oportuna reacción del citado golero sobre su palo izquierdo.
Excluyendo esa postrera maniobra la visita adoleció de una preocupante falta de profundidad en desmedro de un rival que se mostró en mejor forma que en sus anteriores presentaciones, al evidenciarse cierta desconocida cohesión entre los juveniles que resultaron promovidos tras la sangría que sufrió el plantel después de perder la final de la Copa Libertadores a manos de Gremio.