El periodista compartió una foto "bañado de sangre" de cómo quedó tras ser atacado cuando cubría las protestas por la reforma previsional.
"Bañado de sangre". Así quedó el periodista Julio Bazán después de haber sido golpeado mientras cubría las manifestaciones en las puertas del Congreso de la Nación durante el debate por la reforma previsional. El cronista fue dado de alta este mediodía, después de casi 48 horas de internación en el Sanatorio La Trinidad de Palermo donde quedó en observación por los fuertes golpes en la cabeza y en la espalda que recibió ese día.


"Buscaban hacerme daño por todos los medios; creo que la intención era destruirme", señaló. Aunque admitió que no puede identificarlos, dijo que era un grupo joven, con un jefe, "todos transformados por la ira". "No fue la primera vez que me lastimaron, he estado en otras situaciones, pero ahora los periodistas somos objeto de una cacería, algo que nunca había visto", agregó. "Mis heridas se van a curar, pero lo que hay que curar rápidamente es el clima de animosidad y agresividad que se instaló entre la gente que lograron fanatizar con discursos y con relatos, para convertirlos en energúmenos", concluyó.