ACTUALIDAD: Dieron de alta a Julio Bazán tras la brutal agresión en el Congreso

El periodista compartió una foto "bañado de sangre" de cómo quedó tras ser atacado cuando cubría las protestas por la reforma previsional.



"Bañado de sangre". Así quedó el periodista Julio Bazán después de haber sido golpeado mientras cubría las manifestaciones en las puertas del Congreso de la Nación durante el debate por la reforma previsional. El cronista fue dado de alta este mediodía, después de casi 48 horas de internación en el Sanatorio La Trinidad de Palermo donde quedó en observación por los fuertes golpes en la cabeza y en la espalda que recibió ese día.

“Están viendo si los golpes que me dieron en el abdomen, espalda y columna tuvieron alguna repercusión, para ver si hay alguna secuela“, explicó el periodista respecto de los estudios que le realizaron. “Me suturaron con cinco ganchos la cabeza por el golpe y tengo la boca hinchada, porque me quemaron por dentro con esa ceniza“, agregó Bazán sobre las secuelas que le quedaron tras el ataque en diálogo con Radio Mitre. Poco antes había escrito desde Twitter: "Documento de la barbarie contra la prensa, que no podrá detener nuestra vocación de informar", junto con una imagen que muestra el salvajismo con el que fue atacado.

Bazán fue golpeado por un grupo de manifestantes que también le tiró ceniza caliente en la cara y hasta le arrojó un piedrazo que le provocó un durísimo golpe en la cabeza. "Estaban completamente desaforados", aseguró. "Todavía persiste la molestia del corte que tengo en la cabeza, donde me suturaron con cinco ganchos; además tengo la boca hinchada y dificultades para hablar porque me quemaron por dentro con la ceniza que me tiraron", explicó Bazán en declaraciones a Radio Mitre. Desde la sala de terapia intermedia el periodista aseguró que la violencia que sufrió en la Plaza del Congreso tenía un único objetivo: destruirlo.

"Buscaban hacerme daño por todos los medios; creo que la intención era destruirme", señaló. Aunque admitió que no puede identificarlos, dijo que era un grupo joven, con un jefe, "todos transformados por la ira". "No fue la primera vez que me lastimaron, he estado en otras situaciones, pero ahora los periodistas somos objeto de una cacería, algo que nunca había visto", agregó. "Mis heridas se van a curar, pero lo que hay que curar rápidamente es el clima de animosidad y agresividad que se instaló entre la gente que lograron fanatizar con discursos y con relatos, para convertirlos en energúmenos", concluyó.