La disputa existe entre las áreas "productivas", llámese Producción, Hacienda y Energía, de un lado, y la financiera del otro, esto es, el Banco Central, el cual quedó otra vez en el centro de las críticas porque no logra frenar los precios ni con tasas de 30%. Sin embargo, se defiende señalando el lento recorte de gastos, y apuntando también a la incesante suba de tarifas impulsada por Energía.
La casi confirmación de que la suba de precios minoristas rozará (y podría superar) el 2% en diciembre, volvió a reactivar los reproches cruzados entre quienes sostienen que las tasas de interés del orden del 30% que impulsa el BCRA ya fracasaron como barrera de contención. Se suma a ello la evidencia estadística de que la recuperación económica comenzó a perder impulso a medida que se acerca fin de año. Desde el área "productiva" del Gobierno atribuyen esto último al enfriamiento que provocan los tentadores rendimientos de las Lebac.
La tensión que se viene dando entre las áreas "productivas", Producción, Hacienda, Energía, y la financiera, el Banco Central, no es nueva. De un lado, están los que exigen resultados concretos al presidente Federico Sturzenegger, quien se cargó al hombro la tarea de domar la inflación mediante una agresiva política de tasas de interés. Sin embargo, los resultados no conforman totalmente a sus colegas. A su vez, desde el BCRA cuestionan cierta morosidad de sus pares de Hacienda, que conduce Nicolás Dujovne, en reducir el déficit fiscal.
Según informa hoy el diario 'Ambito Financiero', también apuntan hacia la incesante suba de tarifas fogoneada desde Energía, que pone más presión a los precios. Los inminentes aumentos de las naftas, la luz y el gas previstos para el fin de esta semana le pondrán un piso de 1,7% a la inflación de diciembre. Ese es el cálculo realizado por Gabriel Zelpo, economista jefe de la consultora 'Elypsis'. La estimación para el último mes de 2017 es de un 2,8%, teniendo en cuenta el empuje del consumo en las Fiestas de fin de año y las subas en las prepagas (de 6%), entre otras.
En efecto, para Zelpo, la inflación cerrará el año en 25%, muy por encima de la reciente estimación del ministro de Hacienda, que alcanzó el 21%. Por cuarta ocasión en el año, las petroleras ajustan detalles para subir esta semana los precios de las naftas entre un 6% y un 10%, motivados por el alza internacional del crudo. El día después de las elecciones de octubre, las naftas y el gasoil aumentaron entre un 9% y un 12%. Horas más tarde, el presidente de la petrolera estatal YPF, Miguel Gutiérrez, habló con los medios para presentar el Plan Estratégico para los próximos cinco años de la compañía y aseguró que no veía un mercado donde todas los meses hubiera cambios en los surtidores.
Sin embargo, el incremento que se viene será la segunda actualización desde aquella frase, ya que a principios de noviembre hubo una reducción de 1,5% en las naftas por la baja de los precios de los biocombustibles, resuelta por el Ministerio de Energía. La parcial marcha atrás de Juan José Aranguren materializada la semana pasada, frente al reclamo de los productores de biocombustibles -que a principios de este año vieron caído el comercio con USA y ahora enfrentaron este nuevo disgusto- provocó la crítica de YPF, que ya analiza el impacto en sus costos.
Cuando se concrete este ajuste, la nafta argentina, que ya es la segunda más cara en América Latina (a US$1,25 el litro, según la web Global Petrol Prices está en línea con Chile y Brasil), se disparará y se acercará a los precios de Uruguay, el país más caro para cargar combustibles en la región. En 2016, la nafta aumentó un 31% y quedó por detrás de la inflación. En el corriente año, la suba fue de 25% y, si la próxima actualización fuera de 10%, quedaría en 37,6%, muy por arriba de la cifra que mostrará el Índice de Precios al Consumidor (IPC). Claro que además de la suba de las naftas, el último mes del año vendrá con los aumentos de luz y de gas -38% y 45%, respectivamente-.
En los días previos al inicio del verano, el Estado reducirá subsidios y las distribuidoras eléctricas tendrán mayores márgenes para intentar disminuir la cantidad y la duración de los cortes. Las nuevas tarifas regirán desde este viernes, según informa el diario 'El Cronista Comercial'. Además de Energía, en Producción, conducida por Francisco Cabrera, si bien también evitan criticar abiertamente al Central, se expresan a través de las cifras crudas. En la última edición del Monitor de la Economía real al dato de inflación de octubre (+1,5) le correspondió un alerta amarillo que se destacó entre 17 indicadores de "brotes verdes". La evaluación negativa del comportamiento de los precios es compartida por todas las áreas, excepto claro en las oficinas de Sturzenegger.
En la víspera del fin de semana no cayeron nada bien las declaraciones de Dujovne diciendo que "probablemente" este año la inflación llegará a 21%. Ni siquiera su aclaración posterior contribuyó a la paz interna: "El Banco Central está haciendo un enorme esfuerzo, una enorme tarea para combatir la inflación y pensamos que eso se está viendo, que la inflación está bajando y que va a seguir bajando", dijo el ministro, luego de blanquear una cifra de inflación muy por encima de la pauta de 17% que se fijó la autoridad monetaria.
Sturzenegger hizo lo propio y publicó después en su cuenta de 'Twitter' un autoelogio: "La inflación núcleo desde junio del año pasado muestra una dirección bien clara. A seguir por este camino". Lo acompañó de un gráfico con una curva descendente que se estaciona en 20%. La publicación tuvo repercusión inmediata entre la comunidad de economistas. Un detalle que observaron los críticos más moderados fue que la inflación "core" se mantenía en una meseta desde junio de 2017. Cinco meses sin subas, pero también sin retrocesos. Los defensores más acérrimos, en cambio, apuntaban sus dardos al nivel de gasto público como responsable de la presión sobre los precios.