La posibilidad de que los integrantes de la Armada que viajaban en el submarino desaparecido se encuentren con vida divide a los familiares; insultos y agresiones.
Los familiares de los tripulantes del submarino ARA San Juan se encuentran a la espera de novedades sobre la intensa búsqueda que realizan integrantes de la Armada argentina, apoyados por fuerzas internacionales provenientes del Reino Unido, Rusia y Estados Unidos, entre otros países. En las últimas horas, a la angustia que vienen sufriendo desde hace 12 días, se le sumó una interna que divide a aquellos familiares que aún conservan esperanza de encontrar vivos a los submarinistas y aquellos que perdieron todo tipo de anhelos de reencontrarse con sus seres queridos.
La que provocó el enojo de muchos fue Itatí Leguizamón, la esposa del sonarista santafesino y cabo primero de la Armada, Germán Oscar Suárez, quien salió a hablar con los medios y aseguró que “están todos muertos”. “Me agredieron todos los familiares, se ofendieron porque digo verdades”, reveló la mujer delante de todos los medios de comunicación. Al respecto, agregó que también resultó agredida físicamente y aclaró que no iba a responder:
“Van a tener que separarme porque yo no reacciono así”. El día que se conoció la versión sobre la presunta explosión del submarino, Leguizamón había expresado: “¡Mandaron una mierda a navegar!”. Y se preguntó: “¿Cómo no van a pasar estas cosas? Inauguraron años atrás un submarino pintado por fuera”. Ante la pregunta si guardaba alguna esperanza, lamentó: “Qué voy a estar esperanzada, si ya está”.