El Congreso argentino es un aguantadero donde la corrupción se codea con la impunidad. Mientras los que tienen que ir presos sigan en sus bancas nada cambiará.
Hubo un amplio operativo de seguridad en los accesos al recinto para que la Jefa de la Runfla de Ladrones que saqueó al país asuma como Senadora nacional, un cargo que dejó de ser honorable para convertirse en una bochornosa manera de escabullirse de la Justicia. Los fueros son importantes y las bancas, a la hora de negociar impunidad, son moneda de cambio con el Gobierno. A pedido de la ex jefa del Estado se montó un despliegue de seguridad que en las villas no asoma ni por casualidad. Custodien a los cacos de guantes blancos que los pobres se están dejando matar por nada.Cristina Kirchner llegó por la mañana al Congreso para jurar su tercer mandato como Senadora de un país brutal, salvaje y corrupto al que las enciclopedias del mundo llaman Argentina. La expresidenta, líder de una Banda de Ladrones eficaces y escurridizos, ingresó al recinto escoltada por legisladores electos de Unidad Ciudadana, tal el caso de Vanesa Siley, Fernando Espinoza, Roberto Salvarezza y la inefable Fernanda Vallejos. La imagen fue penosa y quedará en los anales de la historia criolla. Cristina jurando es la postal viva del reviente nacional. Somos la herencia de una literatura vernácula que lo escribió todo antes de que sucediera.
Somos El matadero de Esteban Echeverría. Somos Los reventados de Jorge Asís. Somos Argentinos por nada de quien escribe esta nota. Somos la fatalidad corroída por el tiempo y también somos la ilusión de aquellos patriotas que dejaron su vida para que nos convirtiéramos en una república emancipada. Macanas, la muerte los alcanzó con el sueño a medio cumplir. También juró Carlos Menem y Rodríguez Saa, un patrón de estancia repulsivo. Para la asunción de mamá, Máximo y Florencia, hijos de la expresidenta, no fueron al Congreso. La cría ladrona del kirchnerismo miró el abominable espectáculo por la tele.
EPÍLOGO DE UNA MAÑANA BOCHORNOSA
La jura de Cristina en el Congreso es un insulto a la Constitución de los argentinos. Es la confirmación del "todo vale", del "roban pero hacen", del "todos roban", tradiciones malditas de una argentinidad descompuesta y extraviada en el fondo del tacho de la basura. La jura de la Jefa de la Banda de Saqueadores es también un síntoma inequívoco del Neodecadentismo Irreversible que hoy atraviesa su etapa más vigorosa. El Neodecadentismo ha funcionado como un rebalsador de los diques de contención que la Sociedad Líquida construyó tiempo atrás con exagerado esmero.
Cuando el agua putrefacta de la civilización moderna se derramó, infectándolo todo, quedó en evidencia la Sociedad Pétrea que siempre ha estado latente, esperando resurgir con paciencia oriental y prepotencia imperial. Ya no somos humanos, somos desecho inservible sin destino, acaso el sarro pegado en el fondo del estanque. La Sociedad Líquida, que tanto anunció el hebreo polaco Zygmunt Bauman, ha escampado fatídica e inexplicablemente. El fracaso no tardó en apoderarse de todas las cosas. El viejo filósofo no fue capaz de advertir que bajo el agua subyacía, desde siempre, la Sociedad Pétrea. Aquí la tenemos. Ahora podemos verla haciendo gala de su preeminencia: inamovible, obsoleta, demoledora.
Escrito por E.Simón - Para el informador de cuyo