El vocero detalló que la nave rusa que se sumerge hasta 6 mil metros "es solo de detección". La zona de búsqueda llega hasta los mil metros.
La tecnología con la que cuenta la Armada argentina, puesta a disposición por Rusia y Estados Unidos, tiene mecanismos de detección de hasta 6 mil metros de profundidad pero solo podrá realizar tareas de rescate a menos de 600 metros. Así lo informó el vocero Enrique Balbi, en el segundo parte informativo del noveno día de búsqueda, aún sin poder localizar al navío.
"Esta noche se sumará el Antanov ruso, que traerá un sumergible eléctrico con capacidad de detección de hasta 6 mil metros, pero no es de rescate", contó. Balbi dejó en claro que la tecnología con la que se cuenta para ejecutar una tarea de rescate "es de 600 metros, a través de una embarcación sumergible de Estados Unidos". La profundidad de la zona en la que se detectó la anomalía hidráulica adjudicada al ARA San Juan oscila entre los 200 y 3 mil metros, por lo que se trata de un dato vital a la hora de pensar en el rescate del navío extraviado.
Por otro lado, Balbi ofreció datos sobre la estrategia de la investigación: que la meteorología había mejorado, lo cual colaboraba con el avance de la búsqueda; y que la zona de rastrillaje fue dividida en dos para trabajar con equipos de forma simultánea. La situación de los familiares de los 44 tripulantes, por otro lado, fue uno de los temas más importantes de su comunicado.
"Mañana por la mañana empezarán a trabajar con ellos psicólogos del Ministerio de Desarrollo", contó. El vocero reiteró que "en caso de que haya habido un mal manejo, vamos a ser los primeros en salir a pedir disculpas, pero hoy no tenemos autocríticas para hacer porque hemos seguido el protocolo". A las 21 aterrizará en Comodoro Rivadavia uno de los aviones más grandes del mundo, que puso Rusia a disposición de la Armada argentina.