Los 40 autos de alta gama, un avión y un barco que desnudaron al “Pata” Medina
El pedido de detención del “Pata” Medina se aceleró luego de que se revelara que había sido denunciado por extorsión, una vez más, a una empresa constructora, según contaron fuentes judiciales que conocen los secretos de la trama de una decisión judicial sin precedentes. Sucede que los magistrados federales se quejaban desde hace años porque los jueces provinciales “no avanzan” en la más de diez denuncias por extorsión que tenía el “Pata” Medina radicadas en La Plata, el feuda del sindicalista.
Pero ayer ante la amenaza del líder de la UOCRA La Plata de “quemar la provincia” y resistir el arresto, el juez federal de Quilmes Armella rechazó su pedido de eximición de prisión y unificó dos causas judiciales, acusándolo de los delitos de asociación ilícita, lavado de dinero y extorsión, que no son excarcelables durante la instrucción.
Según data la información brindada, el sindicalista, que apoya la candidatura de Cristina Kirchner y antes estaba aliado al ex gobernador Daniel Scioli y al ex intendente de La Plata Pablo Bruera, tenía una causa en el juzgado federal de Quilmes por extorsión debido a que había impedido las obras de refaccionamiento de la estación Pereira del ferrocarril Roca perjudicando a cientos de vecinos. Todo con su sello personal: había peleado a los tiros con dirigentes de la seccional Quilmes del mismo sindicato por las obras en la estación Pereira, que está en el límite entre las dos jurisdicciones judiciales.
Pero a principios de septiembre, la fiscal federal de esa ciudad, Silvia Cavallo, recibió una denuncia anónima que agravó todo. Describía una supuesta maniobra de lavado de dinero y ocultamiento de bienes de parte del “Pata”. Entonces, pidió ayuda a la AFIP y a la Unidad de Información Financiera (UIF) y le mandaron información que dejaba al descubierto que la empresa Abril Catering en vez de vender sandwiches de miga hacía enormes operaciones de cambio de cheques por efectivo sin estar autorizada por el Banco Central.
Así se puso la mira sobre los “directivos” de Abril Juan Horacio Homs, Liliana Beatriz Frontan y Gabriela Betsabe Masselos (pareja del primero). Pronto, se encontró que Abril tenía a su nombre cuarenta vehículos de alta gama, camiones utilitarios, un avión y un barco y se sospechó que eran una “pantalla” del gremialista. Entonces, la fiscal Cavallo sostuvo que los fondos de Abril provenían de maniobras financieras ilegales y extorsiones de Medina y su pareja y ex policía bonaerense María Fabiola García, dándole otra dimensión a la investigación.
Según fuentes sindicales, García “era el nexo del “Pata” con un sector de la policía bonaerense” que, por ejemplo, hace diez años le permitió -por ejemplo- tomar la destilería de YPF de Ensenada y luego retirarse sin una sola denuncia en su contra. Los reclamos sindicales “aumentaron la obra en 300 millones de dólares”.