
Desde ANSES aportaron en 2008 recursos para esa obra con los que la justicia presume se pagaron sobornos.
La estrecha relación que alguna vez tuvieron Sergio Massa y Amado Boudou no es un secreto: el desembarco del tigrense en ANSES en 2002, de la mano de Hilda “Chiche” Duhalde, catapultó al joven disc-jockey marplatense hacia la gerencia de presupuesto del organismo que administra la seguridad social de nuestro país. Mientras Massa recorría estudios de radio, con sus computadoras a cuestas para responder en tiempo real las consultas de los oyentes sobre sus trámites jubilatorios, Boudou reestructuraba el ente que años después, con la estatización del as AFJP, controlaría miles de millones de pesos.
El vínculo era tan cercano que cuando futuro líder del Frente Renovador decidió meterse como vocal en el Club Atlético Tigre -equipo del que nunca había sido hincha-, Amado se hizo cargo de la tesorería. Desgastado por la crisis de la 125, el entonces jefe de Gabinete Alberto Fernández renunció en julio de 2008 dejando su lugar al ascendente Massa, quien a su vez puso a Boudou al frente de ANSES. La recuperación de los fondos jubilatorios dio al economista un vuelo que nunca hubiera imaginado.
Con los años sus destinos se separaron. Uno siguió su ascenso vertiginoso y fue primero ministro de economía y luego vicepresidente de la Nación. El otro, rompió con el kirchnerismo y lidera un espacio con pretensiones de gobernar alguna vez. No obstante, algo todavía los une: el fiscal Federico Delgado investiga el financiamiento de la planta potabilizadora Juan Manuel de Rosas, que la dupla Massa-Boudou aportó desde ANSES.
De acuerdo a un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), desde ese organismo se prestaron a AYSA en agosto de 2008 unos 890 millones de pesos bajo la figura de “mutuo” por 10 años, con 2 de gracia. La utilización de esa figura, (frecuente en el mundo privado, no así en la esfera pública) llamó la atención de los investigadores. En esa fecha, el ANSES era conducido por Boudou pero todo el trámite para este curioso préstamo de un organismo a una empresa se había realizado durante la gestión de Massa.
Los fondos fueron depositados en Nación Fideicomisos, el mismo lugar donde se administraban los recursos del famoso caso Skanska. La hipótesis es que el préstamo, utilizado para pagar a la UTE integrada por Odebrecht, Roggio, Cartellone y Supercemento el anticipo financiero de la obra, podría haber sido desviado para abonar coimas a funcionarios.
Agencia: AR