REALEZA: ASÍ LUCE HOY CAROLINA DE MÓNACO;LA MUJER MÁS DESEADA EN LOS AÑOS 70

La princesa Carolina fue la tapa de las revistas del corazón durante años y años: A los 60 años, sigue siendo una referencia en belleza.La célebre frase de Andy Warhol tuvo y no tuvo cumplimiento en ella. Porque no fueron quince minutos de fama, sino toda una vida.



Porque veinte, treinta años en el tope de los titulares es, sin duda, una vida. Pero, como le gusta decir a los agentes de la superación, todos tenemos más de una vida. A veces éstas se distinguen por una tragedia, o por un cambio abrupto. En el caso de Carolina de Mónaco ocurrió de todo un poco. De aquella joven sofisticada, rebelde (aunque no tanto como su hermana Estefanía) y superatractiva del jet-set de los 70 nada queda. Y hace años que Carolina abandonó las portadas de la prensa rosa. Mucho tiempo pasó de su primera boda (aceptada a regañadientes por la corona) con Philippe Junot. Y más aún del divorcio. Se imaginan, divorciarse en los 70 era, más que un acto de rebeldía, directamente un insulto para la realeza. Hubo más, la tragedia automovilística de su madre la Princesa Grace volvió a colocarla en el ojo morboso de los paparazzis. Por aquella época, Carolina formaba parte de una dinastía que era seguida a sol y sombra por los medios de aquel entonces.

Lo tenía todo: belleza, juventud y glamour. Las revistas de América del Sur la tuvieron en portada a diario durante su apasionado romance con el tenista argentino Guillermo Vilas. Eran tiempos de destape, topless y la princesa sacudía las noticias con su trajes de baños sin utilizar. Su errática vida social encontró estabilidad en los brazos de Stefano Casiraghi. Carolina halló la felicidad. Así nacieron sus tres hijos. Aquellos fueron “los buenos tiempos”. Pero las vidas se componen de varias, dijimos. El 3 de octubre aquella primera existencia de Carolina culminó en las aguas del off-shore. Stefano se mató en plena competencia por el título mundial. Aquellas fueron las últimas portadas de Carolina, vistiendo luto. La princesa volvió a casarse (con Ernesto de Hanover), tuvo un cuarto hijo, se separó de hecho, trabaja en diversas causas filantrópicas y envejece a la altura de susleyenda. A años luz de su otra vida, hoy luce así.