
“Con la gracia de Alá y su apoyo, un soldado del califato puso explosivos en medio de las reuniones de los Cruzados en la ciudad británica de Manchester, en venganza por la religión de Alá, en un esfuerzo por aterroriza a los infieles y en respuesta a sus trasgresiones en contra de las tierras de los musulmanes. Los explosivos fueron detonados en el vergonzoso estadio Arena, con un resultado de 30 cruzados muertos y otros 70 heridos. Y lo que vendrá va a ser más severo sobre los adoradores de la Cruz y sus aliados, con el permiso de Alá. Todos los rezos a Alá, señor de la creación”, dice el comunicado que confirma la autoría. May presidió hoy en su residencia oficial de Downing Street, en Londres , una reunión del comité de emergencia Cobra, formado por los principales ministros y representantes de la Policía y los servicios secretos, para abordar los detalles del ataque. Tras esa reunión, la jefa del gobierno conservador viajó inmediatamente a Manchester, donde unas 59 personas permanecen hospitalizadas con heridas de diversa consideración.