
El vuelo accidentado partió del aeropuerto boliviano de Viru Viru, en Santa Cruz de la Sierra, y tenía como destino el aeropuerto de Río Negro, cerca de Medellín, Colombia. Pese a que la compañía estaba suspendida por impago desde inicios de octubre del año pasado, Lamia consiguió autorizaciones para volar a Colombia en al menos 8 ocasiones, añade la investigación. Para Omar Durán, letrado consultado por CNN, "la Dirección General de Aeronáutica Civil, como tal, tiene toda la responsabilidad de hacer esta fiscalización a cualquier aeronave. Y aún más a las aeronaves que son de uso no regular”. La ley aeronáutica boliviana 2902 establece en sus artículos 121 y 123 que la Dirección General de Aeronáutica Civil, en el ejercicio de sus poderes como máxima autoridad aeronáutica, tiene la atribución de fiscalizar estas irregularidades e incluso de suspender las actividades de una compañía que no mantiene su seguro en regla. Por su parte, la autoridad de Aviación Civil colombiana (Aerocivil) también tiene la prerrogativa de controlar que los vuelos que aterrizan y despegan de sus aeropuertos tienen la documentación al día, incluida una póliza de seguro con cobertura en su territorio. No era el caso del avión que transportaba al Chapecoense.
Fuente: CNN